Salud

El 28-M y las diferencias entre sindicatos lastran el pacto por la Sanidad

La oposición fuerza un debate general sobre la situación de la Sanidad a las puertas de la campaña electoral

Concentración del Sindicato Médico Andaluz, ayer, en Sevilla
Concentración del Sindicato Médico Andaluz, ayer, en SevillaAgencia EFE

A las puertas de la campaña electoral del 28-M, las movilizaciones de los sindicatos para la reforma de la Atención Primaria están sirviendo de acicate para la oposición. Las mesas de negociación para alcanzar un pacto por la Primaria, de momento, son infructuosas y las posiciones están enquistadas. Así que las organizaciones sindicales amenazan con proseguir con las protestas si desde la Consejería de Salud no se mueve ficha.

La oposición ha visto el filón y su estrategia pasa por desgastar al Gobierno de Juanma Moreno utilizando la Sanidad como caballo de batalla. De hecho, el PSOE y Por Andalucía registraron ayer una propuesta para que se celebre un debate general en la Cámara parlamentaria sobre la situación de la sanidad andaluza. Dicen que hay «motivos suficientes», pero desde el PP defienden que «la situación crítica» del Servicio Andaluz de Salud (SAS) «solo está en la mente de la oposición».

Entre tanto, las conversaciones entre sindicatos y Junta no dan resultados. El martes se celebró una nueva mesa técnica con los sindicatos que tienen representación en mesa sectorial de Salud –Sindicato Médico Andaluz (SMA), CC. OO, UGT, CSIF y Satse– para tratar de sacar adelante el Pacto por la Atención Primaria, sin apenas resultados. A finales de marzo la consejería que preside Catalina García les presentó un documento con 19 medidas concretas, entre las que destacan la limitación de agendas, la reorganización de los centros de salud, la incorporación de personal funcionario en las consultas para reducir la carga burocrática a los médicos y la incorporación de nuevas profesiones, entre otras. También se habló de modificar la orden de conciertos que permite derivar a la sanidad privada las consultas de Atención Primaria.

Pero las diferencias entre los sindicatos y la proximidad de las elecciones están dificultando el acuerdo. Por un lado, el SMA lo que quiere es que se cumpla el acuerdo al que llegó con Salud en enero para limitar las agendas de los médicos a 35 pacientes y que todavía no se ha implementado. Debido al «inmovilismo» de la consejería ya han convocado tres jornadas de huelga, con escaso seguimiento. La de ayer, apenas contó con el respaldo de un 1% de los facultativos.

El presidente del SMA, Rafael Carrasco convocó ayer una rueda de prensa para criticar la actitud «traicionera e incomprensible» del SAS por los escritos enviados a los facultativos para que, según su versión, firmasen en contra del acuerdo para la limitación de agendas. También advirtió de que continuarán con las movilizaciones hasta que la Administración satisfaga unas reivindicaciones que «siguen intactas».

Por su parte, desde Comisiones Obreras, UGT y CSIF exigen una «apuesta más decidida» de Salud para llegar a un pacto por la Atención Primaria, ya que consideran la reunión celebrada este martes como una «nueva oportunidad perdida» al presentar la Administración un documento donde no se incluían las propuestas sindicales y «seguía lleno de cuestiones genéricas». Los tres sindicatos pusieron sobre la mesa «aspectos muy importantes» y que quieren resolver, como son la estabilidad de los 12.000 contratos mal denominados Covid, el aumento de la plantilla de algunas categorías, la limitación de citas para todas las consultas o pruebas diagnósticas de atención primaria, el cambio del modelo de carrera profesional «para igualarnos a otras comunidades », las mejoras retributivas y, por supuesto, «acabar de inmediato» con la incertidumbre que genera la orden de tarifación de la consulta de primaria.

Desde la consejería de Salud, no obstante, confían en que se pueda llegar a un acuerdo con todos los sindicatos. Catalina García aseguró ayer que tras la calebración de la mesa técnica del martes «las posturas están más cerca», porque «seguimos sentados, dialogando, y recogiendo propuestas».