Transporte

¿Cuál fue la primera línea de tren de Andalucía?

Comienza a levantarse en 1856 con capital francés

La primera línea ferroviaria de España fue la de Barcelona-Mataró
La primera línea ferroviaria de España fue la de Barcelona-Mataró La Razón

El ferrocarril, se experimenta a finales del siglo XVIII y comienza a utilizarse con éxito hacia 1825 en Gran Bretaña. Las primeras líneas españolas datan de 1848 "ferrocarril Barcelona-Mataró" y 1851 "ferrocarril Madrid-Aranjuez".

La primera línea ferroviaria andaluza es la de Córdoba a Sevilla, que comienza a levantarse en 1856, con aportación de capital esencialmente francesa. Pronto se multiplican los proyectos ferroviarios en Andalucía, aunque dentro de un sistema claramente radial, con Madrid como núcleo ineludible y en muchos casos buscando salida para productos minerales. En 1859 comienzan a circular los primeros trenes entre Córdoba y Sevilla, línea que pertenecerá desde 1875 a la poderosa MZA, principal empresa ferroviaria española hasta la creación de Renfe. Al año siguiente lo hacen entre Sevilla y Jerez, pero son dos empresas diferentes y cada una construye su estación, lo que obliga luego a crear un ramal para conectarlas y en 1861 el ferrocarril llega a Cádiz.

En 1866, salvado Despeñaperros, ya circula el ferrocarril entre Madrid y Sevilla. Antes, ha comenzado la línea Córdoba-Málaga, por el espectacular desfiladero del Chorro, germen de lo que será pronto el principal núcleo empresarial en torno al ferrocarril en la Comunidad, la Compañía de Andaluces. Poco después se inicia el ferrocarril transversal andaluz, de construcción más lenta, en varias fases que permiten enlazar primero Sevilla y Utrera, luego Osuna, a donde el ferrocarril llega en 1875, luego hasta La Roda, con capital en este caso inglés. En 1877 nace la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces , de inmediato principal empresa ferroviaria en la comunidad, que dispone inicialmente de dos grandes líneas Sevilla-Cádiz y Córdoba-Málaga y las irá ampliando.

La línea Sevilla-Huelva se inaugura en 1880, y en los años siguientes en la provincia de Huelva, al calor de las minas de cobre, se crean varias líneas de ferrocarril, a iniciativa sobre todo de capital británico, la principal de las cuales es la Huelva-Zafra, que abre muchas posibilidades al puerto de Huelva. También la línea Córdoba-Belmez se orienta al transporte de minerales, carbón sobre todo. Pero se crean asimismo varias pequeñas líneas, luego difícilmente rentabilizables, como la Écija-Marchena. Y hasta algún ferrocarril particular, como el del Conde de Benalúa de Íllora a Lachar, en Granada.

En 1885 se abre la línea a Extremadura. Y justo cuando el siglo XIX concluye, en 1899, llega el tren desde Madrid a Almería vía Linares-Baeza, merced a una compleja línea llena de hermosos puentes de hierro.

Pero no es hasta la llegada de la democracia cuando se replantea la situación del ferrocarril en Andalucía. En una primera etapa "los años ochenta" de pesimismo sobre el futuro del ferrocarril, se aborda sobre todo el paulatino cierre de líneas muy deficitarias, en muchos casos sin visión de futuro

Sin embargo, en un panorama casi desolador, la Exposición Universal de 1992 en Sevilla va a ser la ocasión de introducir en Andalucía, y con ello en España, el ferrocarril de alta velocidad, AVE , línea Madrid-Sevilla vía Córdoba, que no utiliza ya el paso de Despeñaperros sino que comunica Andalucía y la meseta por la comarca cordobesa de Los Pedroches. De inmediato se configura como un gran éxito de público y una línea altamente rentable que, mediada la década de los noventa del pasado siglo, lleva a un decidido impulso de la alta velocidad en toda España.