Detenido en Granada tras amenazar a sus vecinos con un martillo y un arma "taser"

La Policía Nacional ha detenido en el distrito centro de Granada a un varón de 61 años sin antecedentes policiales como presunto responsable de un delito de amenazas graves tras al parecer mantener amedrentada a su comunidad de vecinos, en la que habría martilleado algunas puertas y usado contra un convecino un arma de electrochoque tipo 'taser'. Esta persona habría tenido amenazado y atemorizado a todo su bloque de vecinos, habiendo tenido problemas directos con muchos de ellos, según ha detallado la Policía Nacional en una nota de prensa en la que ha dado cuenta este martes de esta detención, tras la que el individuo, de nacionalidad española, ha sido puesto a disposición judicial.

La patrulla policial pudo averiguar que el hombre previamente al parecer "había provocado daños en las puertas de muchas viviendas, y ese mismo día, habría agredido presuntamente a uno de los vecinos con un taser". Los hechos se desencadenaron a primera hora de la madrugada, cuando una patrulla policial, comisionada por la sala del 091, acudió a un bloque de pisos en la zona centro de la ciudad por lo que aparentemente era una fuerte discusión vecinal.

Al llegar al lugar, varias personas se encontraban en la calle discutiendo acaloradamente y los agentes comenzaron a recabar datos sobre lo ocurrido. Según declaraciones de los vecinos, desde hace meses venían sufriendo "el hostigamiento y las amenazas por parte de uno de los propietarios y morador de una de las viviendas". Uno de los vecinos más afectados por los hechos manifestó a los policías que ese mismo día "había estado golpeando la puerta de su vivienda con un martillo, a la vez que profería a gritos amenazas graves contra su integridad física".

Además manifestó que minutos antes de la llegada policial, este individuo le habría agredido con el citado 'taser', el cual pudieron localizar los agentes en el lugar de los hechos. La patrulla policial pudo comprobar cómo eran varias las puertas que presentaban daños por haber sido golpeadas por un objeto contundente. Según los presentes, "ya no eran solo graves amenazas verbales, sino que este individuo además causaba ruidos elevados a cualquier hora, echaba lejía en las ropas tendidas, y otra serie de conductas incívicas".