Alarma

Escenario «dramático» en Andalucía: la sequía revienta la cosecha olivarera

Empresarios y sindicatos reclaman un plan de contingencia ante una nueva merma de la producción

Las organizaciones agrarias auguran que se perderá un 40% del empleo en la próxima campaña olivarera
Las organizaciones agrarias auguran que se perderá un 40% del empleo en la próxima campaña olivareraKiko HurtadoLa Razón

La falta de precipitaciones, las elevadas temperaturas y el incremento de los costes de producción pronostican una nueva merma en la cosecha olivarera. Según las estimaciones del sector, por segundo año consecutivo, la provincia de Jaén –la que más producción concentra de España– estará por debajo de las 200.000 toneladas de aceite, en línea con las 178.524 molturadas en la anterior campaña. Una caída que no sólo se traduce en menos oferta, sino que supone una amenaza para el sector y, por tanto, para la estabilidad económica de la provincia.

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén y los sindicatos CC OO y UGT han dado la voz de alarma, reclamando a las administraciones públicas un plan de contingencia para paliar la previsible pérdida de jornales y de rentabilidad a causa de la caída de producción provocada por la prolongada sequía. Tanto la patronal como las centrales sindicales recuerdan que los olivicultores jienenses dejaron de ingresar más de 1.000 millones de euros en la campaña 2022-2023 por la caída de la producción. Además, se perdieron dos millones de jornales, lo que se traduce en 150 millones de euros menos percibidos por las 3.500 personas que conforman la plantilla de la industria oleícola de la provincia. Un menoscabo de la masa laboral «que se seguirá produciendo en la campaña 2023-2024, en la que se perderá otro 40% de empleo», según alertan.

Ante un escenario «dramático» desde el punto de vista socioeconómico, las tres organizaciones hacen un doble llamamiento. Por un lado, alientan a la industria cooperativa a acogerse a las herramientas que ofrece la Ley de Sociedades Cooperativas Andaluzas para disminuir los costes de producción. En concreto, apuestan por la adopción de acuerdos intercooperativos para molturar la aceituna cosechada en un único punto, al objeto de equilibrar la rentabilidad de la industria y de la base social en un contexto de estrechez.

Por otro, solicitan a las diferentes administraciones públicas ayudas para paliar los efectos de una nueva campaña de pérdidas, especialmente en materia laboral. De entre sus peticiones, destaca la aprobación de mecanismos de protección, como prestaciones de desempleo para aquellos trabajadores que se vean afectados por la adopción de acuerdos intercooperativos. Además, para las industrias oleícolas demandan una exención de la cuota de la Seguridad Social de aquellas personas incluidas dentro de las anteriores medidas extraordinarias. De este modo, pretenden evitar que haya un trasvase de mano de obra agraria a otras actividades económicas de forma permanente.

Asimismo, abogan por facilitar ayudas directas encaminadas a contrarrestar las pérdidas causadas por la sequía en el principal sector económico de la provincia. Entre ellas, ayudas para adecuar el patio de las almazaras que lleguen a acuerdos intercooperativos para posibilitar la conducción de la aceituna desde la báscula de pesaje al medio de transporte que trasladará el fruto a la otra cooperativa; ayudas para la contratación de seguros, tanto para la industria como para aceite almacenado; bonificaciones en los contratos energéticos y tarifas eléctricas; la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI); y reducciones fiscales, en general, como la rebaja de la carga impositiva de los carburantes, abonos y fitosanitarios; o ayudas al almacenamiento de aceite de oliva, en el marco de acuerdos intercooperativos. En relación al empleo, se solicita que los trabajadores fijos-discontinuos que no se incorporen puedan acogerse a algún tipo de cobertura o medida de prestación.