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Opinión

Guardia Civil, azote de las corruptelas

El Secretario de Comunicación de la AUGC en Andalucía recuerda que "los guardias civiles siempre han estado del lado del gobierno de turno respetando su neutralidad política"

Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil larazon

Desde luego España es diferente, somos muy diferentes. España es un gran país, los españoles estamos orgullosos de ello, a excepción claro está de quienes piensan que es un país ¿plurinacional? como por ejemplo se cansa de repetir el todavía presidente Pedro Sánchez, el incombustible regenerador y adalid de la lucha contra la corrupción en la política sin olvidarnos por supuesto de sus estupendos compañeros nacionalistas, independentistas y de quienes, además, no condenan el terrorismo que ya sabemos quiénes son. Menos mal que en 1844 se creó la Guardia Civil.

Hablar de la Guardia Civil siempre ha conllevado controversias en un sentido u otro, pero de lo que no cabe duda es que si no se hubiera creado habría que hacerlo. Benemérita Guardia Civil por algo será esa denominación y por algo será que sigue siendo una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos en general. Sombras sin duda alguna ha habido y habrá a lo largo de estos 181 años de existencia, pero las luces son enormes y brillan con luz propia: siempre al lado del ciudadano y dispuesta a auxiliar en innumerables situaciones por tierra, mar y aire, así como uno de los pilares fundamentales en la lucha y desarticulación contra el terrorismo que asoló España durante más de 40 años. Y aquí estamos viendo como una vez más se repite la historia, la Guardia Civil en el ojo del huracán. Lo grave de este huracán es que su epicentro mana del propio Gobierno de España a quien no le tiembla el pulso para atacar el trabajo, la integridad y el honor de unos guardias civiles, en este caso de una unidad de élite como es la UCO (Unidad Central Operativa) cuya función principal es colaborar en la averiguación de delitos, la búsqueda y tratamiento de pruebas, así como la detención de sospechosos, todo ello bajo la dependencia directa de los jueces, tribunales y Ministerio Fiscal siendo una de sus máximas la lucha contra el crimen organizado.

Los guardias civiles desde su fundación siempre han estado del lado del gobierno de turno respetando su neutralidad política y ciñéndose a su trabajo policial, ahí están los casos de corrupción del Partido Popular que investigó la misma UCO, pero curiosamente a lo largo de su historia los ataques más duros contra este cuerpo policial han venido del propio estado incluidos tiempos de la dictadura franquista. El día de la marmota resurge cíclicamente estos últimos años con una virulencia inusitada y que este gobierno debería dar explicaciones (es una utopía) del porqué. Precursor de la UCO fue otra unidad de élite específica en Andalucía, OCON-Sur. De la noche a la mañana guardias civiles especialistas en crimen organizado y narcotráfico, que estaban dando un resultado excepcional, desaparecen por orden del ministro del Interior, del gobierno. Pero da igual, el objetivo es cargar, atacar y desprestigiar a quienes realizan su trabajo incluso filtrando nombre, apellidos e imagen del agente encargado de la UCO, impresionante.

Es triste y lamentable que esos ataques provengan de quien viene que no les tiembla la voz con tal de tapar sus propias vergüenzas. ¿Y los altos mandos de la Guardia Civil, qué dicen al respecto?, nada, sus fajines y ascensos son golosos caramelos, mejor callar y que sean los de abajo quienes se mojen. La directora general de la Guardia Civil ¿de quién depende? Pues eso, de locos.

Los informes de la UCO que hasta la fecha se han publicado y que están desde primer momento en la autoridad judicial son impecables, eso sí a la espera de resolución por parte de la justicia y respetando la presunción de inocencia. La responsabilidad política ya es otra cosa y ante evidencias tan palpables el máximo responsable de todos ellos, que es el presidente del gobierno, debería haber dimitido inmediatamente después de su patética intervención televisiva el pasado día 12, eso es lo que predicaba hace unos años.

El desmantelamiento de la Guardia Civil es un hecho contrastado ante la pérdida de competencias en diferentes comunidades autónomas y no contentos con eso castigan sistemáticamente con el derecho a ser reconocidos como profesión de riesgo y a no igualar en derechos laborales y profesionales a los guardias civiles con el resto de policías de España.

Eso sí, fontaneros/as reunidos que no falten en las cloacas del gobierno, pero no se preocupen para desactivar las ratas ahí estará la Guardia Civil.

Javier Torrellas Pueyo es Secretario de Comunicación de la Federación en Andalucía de la AUGC