Preocupación
Alerta inesperada en Doñana: un superdepredador puede acabar con el ecosistema del parque
Asociaciones conservacionistas culpan a las administraciones y advierten de la repercusión internacional
La Asociación RASTREA, dedicada a la recuperación de los distintos ecosistemas andaluces, ha asegurado que la llegada del siluro (Silurus glanis) al Guadalquivir "no es un accidente, sino fruto de la negligencia de las administraciones". Según ha explicado a Europa Press su portavoz, Juan Carlos Reins, la llegada a Doñana supondría "un antes y un después en la historia reciente de este espacio natural protegido". A su juicio, no se trataría de "una amenaza más, sino de un colapso anunciado para un ecosistema ya al borde del colapso ecológico".
El portavoz ha advertido de que se trata de "un superdepredador cuyo avance ya amenaza el equilibrio ecológico de uno de los ecosistemas fluviales más valiosos del sur de Europa". Reins ha detallado que este pez depreda "sobre especies autóctonas en peligro como el fartet, el samaruc o la anguila europea" y que, además, "compite con depredadores nativos, alterando el equilibrio trófico y desplazando especies propias de nuestros ríos".
AVES Y CHARCAS, TAMBIÉN AFECTADAS
El impacto, ha añadido, también alcanzaría a las aves. "Diversos estudios en Francia y Alemania han documentado cómo el siluro depreda no solo polluelos, sino también aves adultas mientras flotan o descansan sobre el agua", ha señalado. En Doñana, "esto afectaría inmediatamente a fochas, patos, garzas o incluso a la cerceta pardilla, el pato más amenazado de España". Asimismo, el siluro "se alimenta de ranas, renacuajos y galápagos pequeños, transformando charcas estacionales en espacios estériles".
La asociación sostiene que el avance de esta especie ha sido posible también por la gestión hidráulica. Los desagües del embalse de Iznájar, siete en total con capacidad de 432 metros cúbicos por segundo, "no disponen de sistemas de retención de fauna ni filtros biológicos". Según Reins, "el canal de salida del agua ha sido también la autopista de salida de una especie invasora peligrosa, sin que se hayan instalado las medidas mínimas de contención exigibles en un embalse de esta magnitud".
UN PROBLEMA DE IMAGEN INTERNACIONAL
Además de las consecuencias ecológicas, la asociación considera que podría generarse un problema de imagen internacional. "La llegada del siluro a Doñana supondría un escándalo internacional", subrayó Reins. Recordó que este espacio "ya está bajo la lupa de la UNESCO y de la Comisión Europea por su estado crítico" y que "la aparición de una especie tan invasora y mediática añadiría más presión y cuestionamientos sobre la gestión ambiental en España".
Por ello, desde RASTREA reclaman la "depuración inmediata de responsabilidades dentro de la CHG y en las consejerías competentes de la Junta de Andalucía", además de "un plan específico y dotado de medios para la detección, contención y erradicación selectiva del siluro en el Guadalquivir". Reins concluyó con una advertencia: "Una vez que el siluro se establezca, su erradicación va a ser prácticamente imposible. La prevención es la única estrategia realmente efectiva. Doñana no puede permitirse otro golpe".