Doñana

Pesca alerta del peligro de la EDAR de Matalascañas

«El punto de vertido se ubica dentro de una zona de producción de chirla y coquina», dice el informe remitido al Ministerio para la Transición Ecológica

La estación depuradora de Matalascañas, obsoleta desde hace años
La estación depuradora de Matalascañas, obsoleta desde hace añosLa Razón

La ampliación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Matalascañas, obra de interés general del Estado, llegó ayer al Parlamento de Andalucía. Vox preguntó ayer a la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, si considera normal que dos años después de conveniar con el Gobierno y el Ayuntamiento de Almonte la ejecución del proyecto tiene sentido que la Junta ponga reparos al mismo, entre otras cuestiones por no poder garantizar que su construcción no afectará a la salud de los habitantes del núcleo urbano; hecho esgrimido por el Estado para someter el anteproyecto al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria y, por consiguiente, retrasar un año o año y medio el inicio de una infraestructura por la que España continúa aún pagando una multa de la Comisión Europea por incumplir la normativa de depuración de aguas.

La resolución emitida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aludía a una ristra de deficiencias o peligros para reiniciar el proceso para la obtención de la declaración ambiental. Como ya avanzó este diario se plantea invadir 3,3 km del Espacio Natural de Doñana con tuberías de aguas fecales y la construcción de la nueva depuradora supondrá la «destrucción» de casi 800 m2 de zona «muy sensible» del parque y su ubicación «podría afectar a la salud» de los vecinos. Pero hay más, porque entre los informes a los que se hacía referencia se incluía uno de la dirección general de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía en el que se especifica que «el punto» de vertido de la EDAR se ubica dentro de una producción de chirla y coquina». «La supervivencia de los recursos marisqueros y pesqueros, así como la propia actividad pesquera, depende en buena medida de la calidad de las aguas y de los fondos, de modo que cualquier alteración de los mismos puede conllevar un efecto negativo y no deseado sobre la flora y fauna, por lo que indica la necesidad de adoptar medidas de prevención y corrección que eviten afecciones sobre los recursos, en particular las ocasionadas por la dispersión del afluente», añade. La Dirección General de Espacios Naturales Protegidos de la Junta también alertaba de «riesgo de afección a los hábitats costeros y por tanto a la Red Natura 2000 terrestre y marina».

La consejera dijo ayer que su administración estaba «empujando» para sacar adelante el proyecto. Las mejoras necesarias en él son muchas para que sea una realidad no antes de 2028. Hoy por hoy, tras las lluvias, la falta de depuración es la mayor amenaza de Doñana.