Entrevista
«Málaga ha sido de las primeras en limitar los pisos turísticos»
La concejal de Urbanismo de Málaga, Carmen Casero, recuerda que el turismo es el principal sector económico de la ciudad y que es compatible con un desarrollo sostenible
El Ayuntamiento de Málaga cuenta con 12.529 viviendas destinadas a uso turístico, una modalidad de alojamiento ahora limitada desde que se aprobase recientemente poner coto a 43 barrios de la ciudad considerados saturados. La concejal de Urbanismo, Carmen Casero, desvela a LA RAZÓN los retos y proyectos en materia de vivienda que tiene por delante el Consistorio malagueño.
Uno de los grandes proyectos comprometido en la última campaña electoral fue el Auditorio de Málaga, ¿en qué punto está esa iniciativa?
Hemos hecho lo más importante, que es conseguir el suelo. Ha sido un intenso proceso de negociación con el Puerto de Málaga, que se ha desarrollado, no obstante, en un ámbito de colaboración. Desde final del pasado año, podemos ya contar con ese terreno y se ha contratado la actualización del proyecto que, por su antigüedad, era necesario abordar.
Se pide colaboración al resto de administraciones y también al ámbito privado…
El alcalde de Málaga está muy volcado en este proyecto. Para ello, está planteando la necesaria colaboración de todas las administraciones, a la par que demandando la financiación privada que ha de completar la inversión y el esfuerzo municipal. Queremos que todas las administraciones arrimen el hombro y colaboren. De hecho, me gustaría recordar que hay otras ciudades españolas que cuentan con auditorios financiados al cien por cien por los Gobiernos centrales; no se entendería que el actual Ejecutivo dijera «no» a Málaga.
Recientemente se ha presentado un avance del proyecto que transformará la imagen del dique de Levante a partir de un hotel de 144 metros de altura.
Confiamos en que tenga todos los parabienes del Consejo de Ministros. Nosotros apoyamos este proyecto desde que surgió, aunque no es una idea original de un Gobierno local del partido popular, sino que la propuesta se elevó desde el PSOE, que ahora lo rechaza. Insisto, nosotros no hemos cambiado de opinión. Queremos y defendemos un equipamiento hotelero de primer nivel como han propiciado grandes capitales como Barcelona o Sevilla. Aspiramos a ser un referente turístico de primer nivel.
Las viviendas turísticas han generado no pocas críticas...
El Ayuntamiento ha tenido un firme compromiso desde el principio con regular la esta modalidad de alojamiento, que ha llegado para quedarse. No podemos olvidar que Málaga vive del turismo, un sector que genera progreso y bienestar y que es igualmente compatible con su desarrollo sostenible. Somos una de las primeras ciudades españolas en limitar las viviendas de uso turístico porque siempre hemos tenido conciencia de que hay que ordenar de manera responsable su establecimiento en la ciudad. Insisto en que eso no significa que estemos en contra del turismo ni compartimos los postulados del PSOE y Con Málaga, que está haciendo gala de una turismofobia que no lleva a ninguna parte.
La vivienda en general es una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía…
Quizá sea el problema que más ocupa al equipo de Gobierno. Se ha puesto en carga 66 millones de euros para favorecer la licitación de parcelas adjudicadas hace pocas semanas que van a dar luz verde a más de un millar de viviendas protegidas; en paralelo, hemos firmado convenios con propietarios para obtener suelo en el que se construyan otras bolsas de VPO como la zona de Soliva. A nivel administrativo, tenemos elaborado un borrador de licencias que va a permitir agilizar trámites.
¿Es partidario el Ayuntamiento de que se ponga en el mercado el importante volumen de viviendas vacías que tiene la ciudad?
Lo primero que hay que hacer es dar certidumbre y seguridad jurídica propietarios. No se trata de intervenir el mercado sino de favorecer que los propietarios que tienen viviendas y que en un porcentaje altísimo son malagueños tengan confianza y faciliten alquileres de larga duración. Claro que mientras siga vigente la Ley que ampara la ocupación de vivienda, ese temor es una realidad.