Sociedad

Más de 52.000 euros de indemnización para un menor que perdió un testículo por negligencia médica

El médico del centro de salud de Mollina (Málaga) le recomendó reposo y al día siguiente en el hospital vieron que era una torsión testicular

Entrada del Hospital de Antequera / La Razón
Entrada del Hospital de Antequera / La RazónlarazonLa Razón

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) indemnizará a un menor de 17 años con 52.897 euros por la pérdida de un testículo tras una negligencia médica sufrida en un centro sanitario ubicado en la localidad malagueña de Mollina, según el acuerdo, al que ha tenido acceso EFE.

El abogado que presenta a la familia, Damián Vázquez, adscrito a la Asociación El Defensor del Paciente, presentó una reclamación patrimonial administrativa tras la deficiente asistencia sanitaria que provocó que el menor perdiera el testículo, según un comunicado remitido por los servicios jurídicos.

El 28 de noviembre de 2022 el menor acompañado de su familia acudió a un centro sanitario de Mollina debido a un dolor insoportable que padecía desde hacía unas dos horas en un testículo, que le hizo incluso abandonar el colegio para desplazarse al centro de salud.

El médico sin explorarlo y sin realizar ninguna prueba, comprobó que efectivamente la inflamación era notoria y el dolor palpable, pero procedió a dar el alta sin más, con diagnóstico de orquitis y recomendó reposo sin derivarlo ni al hospital ni al especialista.

Dicho facultativo indicó al paciente y a su madre, que no se preocupara, que era un dolor sin importancia y que esa inflamación del testículo era causada por bacterias o virus, según ha explicado a EFE Damián Vázquez, que precisa que la familia confió en el criterio del facultativo.

Al día siguiente, en vista de que el dolor era "insoportable" acudieron al servicio de urgencias del Hospital Comarcal de Antequera, donde se le diagnosticó una torsión testicular (tras realización de todas las pruebas necesarias para un diagnóstico concluyente y fundamentado).

Los facultativos decidieron intervenirlo quirúrgicamente y le tuvieron que extirpar el testículo debido a que estaba torsionado y necrótico e indicaron a la familia que no entendían cómo no le habían derivado al menor o le habían realizado una serie de pruebas diagnósticas como el eco doppler, ya que en estos casos el factor tiempo es fundamental y sino se actúa en pocas horas supone la pérdida del testículo.

La premura en el diagnóstico y la inmediata intervención del paciente es fundamental para evitar consecuencias indeseables ya que si se realiza en las primeras seis horas la evolución habitualmente es favorable.