Investigación

Notas de suicidio: conocer el porqué para prevenirlo

Investigadoras de Granada analizan por primera vez su contenido: la soledad, la enfermedad y el fallecimiento de seres queridos, las principales causas

El suicidio es la principal causa de muerte en los jóvenes
El suicidio es la principal causa de muerte en los jóvenesEP

«Si me he quitado la vida es porque no aguanto más el dolor». «No culpéis a nadie, no quiero sufrir más, perdón a todos». «Sé que es una cobardía, pero no puedo más, espero que me perdonen». «No soporto la soledad, el desamor, mi enfermedad...». Estas son algunas notas de suicidio analizadas por un equipo de investigadoras de la Universidad de Granada, el Instituto de Investigación Biosanitaria y el Hospital Virgen de las Nieves, con el objetivo de profundizar en los estados de ánimo y los sentimientos que conducen a este acto y ofrecer pistas para el desarrollo de una estrategia de prevención.

Para llevar a cabo esta investigación, las autoras exploraron 743 historias de informes forenses, cuya autopsia había determinado muerte por suicidio en Granada, desde 2007 a 2013. De ellas se seleccionaron los casos que contenían observaciones del forense sobre el fallecido y las circunstancias del suicidio, un total de 286 casos (el resto solo describían el método), localizándose notas de suicidio en 105 casos. La gran mayoría, el 77%, eran hombres.

Sobre los antecedentes y el contexto del acto suicida, el análisis de estas observaciones forenses de la población granadina reveló la importancia clave del contexto familiar, los intentos previos, el diagnóstico de un trastorno mental y los eventos vitales adversos, especialmente aquellos relacionados con la salud y la familia.

Las conclusiones del estudio revelan que los antecedentes de intentos de suicidio previos y el tener una enfermedad física estuvieron presentes mayoritariamente en hombres, mientras que tener una enfermedad mental fue prácticamente igual en hombres y mujeres. La enfermedad mental estaba relacionada con estados depresivos seguido de adicciones (por ejemplo, alcohol, drogas o juegos de azar). Además, también se registraron algunas situaciones de violencia de género, abuso o maltrato.

Según expone la co-investigadora responsable del estudio, la enfermera especialista en salud mental, Yolanda Mejías, «la mayoría de las notas fueron escritas por hombres de un rango de edad entre los 40 y 60 años y el método más utilizado para poner fin a su vida fue el ahorcamiento». Las notas analizadas, expone Mejías, fueron agrupadas en códigos temáticos y se observó que la mayoría, un 39%, eran mensajes de despedida; en segundo lugar, mensajes que explicaban el motivo del suicidio (27% de los casos), y de forma más minoritaria escritos con instrucciones de cómo proceder tras el fallecimiento y notas de disculpa y perdón (16% respectivamente).

La enfermera explica que las notas analizadas se hicieron en hojas de una libreta, en servilletas, o por mensajes de móvil, aunque «no está documentado si pasa tiempo entre que lo mandan y se quitan a vida».

Entre los motivos que motivan la decisión, Mejías alega que «por lo que hemos visto en las notas y en el contexto del que el forense informa la soledad es un factor clave; también la vulnerabilidad sumada a sucesos vitales adversos, como el fallecimiento del hijo o del cónyuge; y, por supuesto, los diagnósticos recientes de salud, como un cáncer doloroso o Alzheimer». Entre otros motivos, también se exponen problemas económicos, si bien «no parece lo más determinante»; sentencias de prisión y violencia de género.

Después de su experiencia como investigadora en este campo, esta experta afea que, si bien hay mucha publicación científica sobre el suicidio, «no existen medidas preventivas ni una estrategia de salud que esté apoyada lo suficiente políticamente». «He comprobado que hay mucho sufrimiento y que, quizá, en ciertos grupos se pueda actuar preventivamente. Hemos visto cómo muchos, antes de suicidarse, habían acudido a su médico de cabecera refiriendo ansiedad o quejas inespecíficas. Por eso es importante que los médicos de primaria se formen en prevención y sepan identificar ciertas señales y características psicosociales como son la soledad, la viudedad, el vivir en residencias, para poder actuar a tiempo».

En Andalucía, el Parlamento ha aprobado recientemente la creación de un programa de prevención del suicidio, que prevé medidas como la creación de un protocolo de actuación en salud mental en los centros educativos, un plan de protección especial a personas LGTBIQ que presenten riesgo de suicidio y la ejecución de un modelo que elimine el abuso de psicofármacos. También se incluye un aumento de las plazas PIR (psicólogo interno residente), garantizar que los profesionales de enfermería de unidades de hospitalización de salud mental sean especialistas en la materia, o el aumento de formación especializada en psiquiatría en un 10% y en psicología clínica en un 30%, entre otras.