Urbanismo

Nueva ordenación del territorio en Andalucía tras 20 años

Fomento aspira en esta legislatura a cambiar el POTA, de 2006, para impulsar la economía

La consejera de Fomento, Rocío Díaz, y el consejero de Sostenibilidad y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco
La consejera de Fomento, Rocío Díaz, y el consejero de Sostenibilidad y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-PachecoEPEP

El Parlamento de Andalucía aprobó la pasada legislatura, en noviembre de 2021, la Ley de Impulso a la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía. Era una nueva ley del suelo que, como se encargaron de señalar desde el Gobierno andaluz justificaba, por su importancia, toda la legislatura anterior. Con la regulación del suelo en vigor queda pendiente el otro pilar: la ordenación del territorio, que se convierte ahora en uno de los proyectos estrella que puede aprobarse esta legislatura siempre y cuando se cumplan los plazos –muy justos– previstos.

El trabajo de revisión del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), un instrumento de planificación territorial vigente desde 2006, ya se ha iniciado con la adjudicación a una UTE de los trabajos técnicos por 2.592.571,62 euros.

La importancia del POTA reside, entre otras cosas, en que es el marco de referencia para los demás planes e instrumentos territoriales y urbanísticos en Andalucía y para las Actuaciones con Incidencia en la Ordenación del Territorio, así como para la acción pública en genera. El anterior ha sido, a juicio de ayuntamientos, empresas y distintos profesionales un freno a la inversión y el desarrollo económico. De hecho, según los datos que ofreció ayer la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, los efectos del POTA vigente han sido muy dañinos y no han facilitado la elaboración de los planes de ordenación de los municipios: tan solo 135 localidades, el 17% de los 785 municipios de Andalucía, han aprobado sus instrumentos de planificación bajo su vigencia.

El expediente de adjudicación de la consultoría que realizará el apoyo técnico del nuevo POTA reconocía «la necesidad de controlar los procesos de construcción y urbanización del territorio incorporando criterios y normas que, por su trascendencia sobre las políticas urbanísticas y también sectoriales, han tenido dificultad en su aplicación y han obligado a llevar a cabo sucesivos cambios de regulación para ajustar su operatividad a las distintivas circunstancias territoriales y urbanísticas que se han ido perfilando en el territorio».

Otro de los puntos negros del actual POTA es que «aún no se ha completado la plena cobertura regional por la planificación subregional prevista en el POTA, especialmente en los ámbitos de zonas rurales del interior de Andalucía. Solo 2 de los 7 planes aprobados se corresponden a ámbitos rurales (Sierra de Segura en 2003 y Sur de Córdoba en 2012), lo que supone una debilidad para el desarrollo territorial de estos espacios que actualmente, en algunos casos, están presentando tendencias regresivas de población».

La intención es que los trabajos técnicos concluyan en 24 meses y, posteriormente, se inicie la aprobación y tramitación parlamentaria. Para el final de la legislatura quedan tres años.