Semana Santa

La locura por los cromos de las hermandades recorre la Sevilla cofrade

Las HolyCards son unas “cartas santas” que salieron al mercado en diciembre

Centenares de sevillanos se reúnen en una céntrica plaza de la capital convocados por una colección de cromos que revoluciona al sector cofrade, las HolyCards. EFE/ Fermín Cabanillas
Centenares de sevillanos se reúnen en una céntrica plaza de la capital convocados por una colección de cromos que revoluciona al sector cofrade, las HolyCards. EFE/ Fermín CabanillasFermín CabanillasAgencia EFE

Centenares de sevillanos se han reunido este sábado en una céntrica plaza de la capital convocados por una colección de cromos que revoluciona al sector cofrade, las HolyCards, unas “cartas santas” que salieron al mercado en diciembre, como iniciativa de los socios creadores de la firma de calcetines Pepe Pinreles.

En la Plaza Ponce de León de Sevilla se escuchan este sábado frases como “cambio Gran Poder por Macarena”, “¿Quién tiene repetido el Cristo de la Sentencia?” o “doy veinte cromos por uno de la Esperanza de Triana”.

Javier Ayala y Juan Carlos Ramos sabían que tenían una idea revolucionaria entre las manos y han conseguido unir a toda la Sevilla cofrade en torno a una colección de cromos como las de fútbol de toda la vida, con la premisa de que lo que se reúne son las imágenes y enseres de todas las hermandades de pasión de la ciudad.

Las "cartas santas" que salieron al mercado en diciembre, como iniciativa de los socios creadores de la firma de calcetines Pepe Pinreles. EFE/ Fermín Cabanillas
Las "cartas santas" que salieron al mercado en diciembre, como iniciativa de los socios creadores de la firma de calcetines Pepe Pinreles. EFE/ Fermín CabanillasFermín CabanillasAgencia EFE

Como toda colección que se precie, los coleccionistas se reúnen de vez en cuando con todo lo necesario para intercambiar los cromos, y por eso hoy se han dado cita en la Iglesia de los Terceros, donde tiene su sede la Hermandad de la Cena, gente de todas las edades con la lista a boli o en el móvil, los cromos repetidos ordenados perfectamente, y los álbumes listos para intentar completarlos en la misma quedada.

Con esa intención ha llegado Victorio con su madre. A sus 13 años, ella ha encontrado en esta colección la motivación para sacar adelante los exámenes: “Si saca más nota, tiene más sobres”, dice.

Juan Carlos Ramos asegura que esperaban que la idea cuajase entre los cofrades, pero no tanto. Tal ha sido la aceptación, que inicialmente se lanzaron 10.000 álbumes y ahora mismo hay en el mercado 18.000, con siete millones de cromos de todas las hermandades.

Su creador asegura que la colección “no tiene truco”, de modo que, a diferencia de las de futbolistas, donde encontrar a las estrellas de los grandes equipos es algo casi imposible, “hemos hecho exactamente las mismas estampas de cada hermandad”.

La previsión inicial era vender los cromos y álbumes en unos tres meses, pero antes de terminar las fiestas de Navidad se habían agotado, y no solo había peticiones en los puntos de venta de la ciudad, sino que a sus creadores les llegaron mensajes y correos electrónicos desde toda España para pedirles que, de una u otra forma, les hicieron llegar el material.

Álvaro Enríquez, el hermano mayor de la Hermandad de la Cena, anfitrión hoy de la quedada, cree que es “una excusa perfecta para tener a los niños entretenidos y que los padres recuperen los hábitos de cuando éramos más jóvenes”.

Enríquez admite que lo primero que pensaron cuando se les presentó la idea “es que era casi una locura en el mundo de las pantallas conseguir que algo tan táctil fuese un éxito”.

Sin embargo, ha explicado que los cofrades se vuelvan mucho con sus asuntos y su hermandad no solo apoyó la idea, sino que hoy ha abierto sus puertas con un bar incluido, con destino a que sus beneficios vayan a los que jóvenes de la cofradía acudan a Roma para participar en las Jornadas Mundiales de la Juventud.

En la “holyquedada” cada sobre cuesta un euro, pero si se compran dos ya se puede disfrutar de una consumición en la barra, e incluso la hermandad permite visitar la iglesia y disfrutarla con todos los detalles, con la posibilidad única de ver el misterio de La Sagrada Cena a la altura de los ojos, algo que en Semana Santa se puede disfrutar, pero en lo alto del paso y en plena calle.

La idea de este álbum cofrade está avalada por todas las hermandades de la ciudad, a las que visitaron una a una.

Para darle un punto tecnológico a la idea, en cada cromo hay un código QR que, al escanearlo, da detalles informativos sobre la imagen y la hermandad a la que pertenece, con lo que se cumple también una vocación didáctica.

La colección, compuesta por 558 cromos en total, es todo un tesoro para los cofrades de todas las edades en una ciudad volcada todo el año con sus hermandades.