Cargando...

Gatos

9 señales para saber si tu gato está sano

Descubrir si nuestro gato se encuentra en plenitud de salud puede ser un desafío, dada su habilidad para disimular cualquier malestar o dolencia

Gato estirándose PEXELS (Tamba Budiarsana)

La convivencia con un felino conlleva responsabilidades, especialmente en su bienestar. A menudo, los propietarios se enfrentan al dilema de identificar si un comportamiento atípico de su mascota es una peculiaridad o señal de un problema de salud.

Los gatos poseen una habilidad innata para ocultar sus dolencias. Esta particularidad, unida a hábitos como las bolas de pelo o una alimentación caprichosa, dificulta discernir cuándo es el momento de acudir al veterinario.

Sin embargo, los expertos subrayan que observar la salud felina es más sencillo de lo que parece. La clave es prestar atención a las rutinas y comportamientos habituales de nuestro compañero, confiando en la intuición que se desarrolla con el vínculo.

Indicadores vitales y hábitos básicos

Un apetito saludable y un interés regular por la comida son el primer indicador de bienestar. Rachel Geller, experta en comportamiento felino, subraya la importancia de considerar el patrón alimenticio habitual, pues un cambio en un gato habitualmente glotón es más preocupante que en uno quisquilloso. Asimismo, un consumo adecuado de agua es importante, si bien pedir más comida no es siempre signo de enfermedad, un felino que beba en exceso requiere atención veterinaria, pudiendo indicar problemas renales o diabetes.

Según señalan desde Kinship, la regularidad en la micción y las deposiciones es otro pilar. Stephen Quandt, especialista en comportamiento felino, aconseja observar la frecuencia y el volumen al usar el arenero, así como la consistencia de las heces. La información que ofrece el arenero es fundamental: un gato que lo evita o se muestra vulnerable al usarlo está señalando un malestar importante.

Observando el comportamiento y el estado físico

El nivel de actividad y los patrones de sueño son igualmente reveladores. Un exceso de sueño o una modificación sustancial en sus rutinas de descanso, junto con la falta de interés en el juego, pueden alertar sobre un problema de salud. Un gato sano debe mostrar curiosidad por su entorno y desear interactuar.

La higiene y la vocalización ofrecen también datos valiosos. Un gato saludable es un animal bien acicalado, si su pelo está apelmazado o sucio, es una señal clara de que algo no anda bien. Es esencial conocer la vocalización habitual de cada mascota: un incremento súbito de maullidos estresantes o un ronroneo constante sin interacción externa podrían ser indicios de malestar.

Finalmente, el mantenimiento del peso habitual es un indicador importante. Salvo por dietas controladas, una pérdida de peso súbita es una bandera roja. Se aconseja pesar al gato semanalmente, ya que tres pérdidas consecutivas sugieren una tendencia preocupante. La clave es la observación atenta: cualquier desviación de su rutina normal es la señal más importante de que algo no funciona.