Mascotas

Golpe judicial de la UE a las mascotas: la demoledora sentencia que las degrada a 'mero equipaje'

Un fallo del Tribunal de Justicia de la UE rebaja el estatus legal de las mascotas en los aviones al de simple equipaje, una decisión que limita las compensaciones por su pérdida y desata la indignación de los colectivos animalistas

Esta maleta de cabina de Amazon es una de las más vendidas
Pasajero con maletaAmazon

La batalla legal de una pasajera española contra Iberia ha culminado en un jarro de agua fría para todos los dueños de mascotas en Europa. Todo comenzó en 2019 con un vuelo entre la península y Canarias en el que se produjo la pérdida de su perra. La propietaria, considerando el incalculable valor afectivo del animal, reclamó una indemnización de 5.000 euros por el daño moral sufrido, una cifra que excedía con creces los límites establecidos para un simple bulto extraviado.

De hecho, lo que empezó como una disputa particular ha escalado hasta la más alta instancia judicial de la Unión Europea. La reclamación de la pasajera sentó las bases de un debate de enorme trascendencia: ¿debe un ser vivo ser tratado legalmente como un objeto durante su transporte? La respuesta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sido tan contundente como controvertida, estableciendo un precedente que afecta a todos los estados miembros.

Asimismo, los magistrados han resuelto que, a efectos de compensación, los animales de compañía deben ser considerados como mero equipaje. Su dictamen se fundamenta en el Convenio de Montreal, el tratado que regula el transporte aéreo internacional, el cual, según la interpretación del tribunal, no distingue entre un objeto inanimado y un ser vivo en su categoría de "equipaje facturado".

El choque entre la ley y el vínculo afectivo

Como era de esperar, la decisión ha provocado una oleada de indignación entre las organizaciones de protección animal. Colectivos y asociaciones han criticado con dureza el fallo, calificándolo de «un grave paso atrás» en el reconocimiento de los animales como seres sintientes. Sostienen que equiparar el valor de una vida con el de una maleta es una visión anacrónica que ignora por completo el profundo lazo que une a millones de personas con sus compañeros.

Sin embargo, la propia sentencia arroja una vía para que los propietarios puedan protegerse. La normativa permite realizar una «declaración especial del valor» del animal en el momento de la facturación. Este procedimiento, que normalmente implica el pago de una tasa adicional, eleva de forma considerable el límite máximo de la indemnización económica en caso de incidente, ofreciendo una mayor cobertura financiera ante una posible tragedia.