Los callos forman parte de la gastronomía nacional y obviamente en Asturias se cocinan y mucho. Pero para hacerlos bien y ser capaces de hacer los mejores, los callos tienen que cumplir con unos requisitos, lo que se conoce con la norma de las "Cuatro Pes": pequeñinos, picantes, pegajosos y a la puchera.

En la Cantina de Villalegre, en Avilés, saben muy bien la receta y vaya si los hacen bien, ya que tienen el reconocimiento de ser el mejor lugar del país donde degustar este plato, una comida tradicional y de toda la vida que se convierte en un auténtico manjar cuando su ejecución es perfecta. En enero de este año, el plato de este reconocido restaurante, que es toda una referencia en Asturias por su cocina tradicional y de sabores auténticos, se alzó con el primer premio a nivel nacional de los mejores callos del país.

El origen de los callos se remonta ya a la Edad Media, se trataba de un plato muy barato ya que en su mayoría su composición originaria se hacían con tripas de cerdo o de ternera, pero con los años la receta se ha ido mejorando y también adaptándose a los gustos de la gente. En Asturias son un plato tradicional que se sirve en la mayoría de los restaurante y es muy valorado por los comensales.

En la Cantina de Villalegre se utiliza una receta tradicional y se cocinan durante horas en "puchera" hasta que logren todo el sabor y la propia salsa gane en textura.

Los callos de este local te van a llamar la atención por su sabor, muy potente pero que no cae nada pesado, además tienen un toque picante y están cortados muy pequeñitos para que resulten muy ricos a la hora de comerlos. Otra de las características de este callos es que son pegajosos, porque las horas de cocción derivan en que el colágeno de las carnes se desprende. Pero lo que es completamente auténtico es el uso de la "puchera" que es algo típico de esta cantina y lo que hace completamente únicos a sus callos.

Apunta bien en la agenda este local porque no te puedes ir sin probarlos. La Cantina de Villalegre te está esperando con su ambiente casero, sencillo y hogareño en Avilés. Un plato de callos con patatinas es capaz de sacar adelante el día más negro si se cocinan en este sitio.