La carta a los Reyes de Ismael

El gallego Ismael Carballo, que cumplió cinco años en abril y está diagnosticado de un déficit de la hormona de crecimiento, confía en la ayuda «real» para medrar, y este término no es baladí, puesto que los Monarcas Felipe y Letizia se han volcado con su lucha desde su visita a Galicia el pasado 16 de septiembre para inaugurar oficialmente el curso escolar iniciado.

Fue la abuela paterna del niño, Encarna García, la que entregó una carta a los Reyes, desplazados al colegio Ben-Cho-Shey de Pereiro de Aguiar (Ourense), y en la misiva se explicaba la batalla del menor, cuya única opción pasa por el respaldo del comité médico de evaluación del servicio público de salud, ya que su tratamiento farmacológico es muy caro y su madre, desempleada, no puede pagarlo.

Rocío Cabanelas no oculta la satisfacción al observar a su crío y tampoco al recordar cómo la Casa Real contestó a esta comunicación epistolar: «Doña Letizia prometió respondernos y así lo hizo», dice a Efe en su domicilio, y cuenta que el tiempo transcurrido entre la misiva inicial y la de contestación no excedió ni los quince días.

Así, esta familia gallega recibió esta semana una «ilusionante» comunicación certificada en la que se les notificaba que se les había comentado este problema a las Consellerías de Sanidad y de Trabajo y Bienestar de la Xunta.

Y esta mediación ha traído una «nueva esperanza» a esta casa. Por el momento, el pequeño tiene cita este viernes en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) y su progenitora está segura de que la «ayuda real» ha influido en esta llamada, «porque de hecho Doña Letizia nos lo prometió, y así fue».

La doctora que determinó la patología de Ismael, que ya antes de nacer tenía un retraso de crecimiento intrauterino, pidió que se autorizase el tratamiento, explica, pero hasta la fecha, concreta Rocío mientras el niño se pasea en el terreno adyacente a su domicilio y disfruta mirando a las gallinas, solo hubo negativas.

La conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, asegura que no hubo presiones externas para reaccionar al caso de Ismael y atribuye a una casualidad que la carta a los Reyes y la consulta médica hayan coincidido en el tiempo.

Apunta que el niño, en un principio, no reunía los criterios para que el Sergas le administrase el tratamiento, pero con posterioridad su pediatra volvió a remitir el caso para una re-evaluación que sí resultó positiva. Y esto, ha señalado a los informadores, ocurrió en una reunión que se celebró en septiembre y es lo que toca hacerles saber.

Pese a ello, la madre de Ismael guarda su particular «as» en la manga, la carta de los Reyes, y la tiene como oro en paño.

«Tras esperar desde las nueve y media de la mañana, la Guardia Real nos dijo el 16 de septiembre que nos acercásemos, y Doña Letizia nos preguntó qué le pasaba al niño y qué necesitaba. Fue mi suegra, en realidad, la que se dejó la vergüenza y les dio la carta».

La madre de este niño, parada y sin la ayuda del padre de Ismael, que se desatendió, ruega a la sanidad pública que le concedan ayuda y que ésta no se aplace.

La alteración que sufre Ismael provoca que su tamaño sea inferior al que le correspondería por edad. De hecho, presenta el equivalente a un varón de dos años y medio.

Hasta ahora fue tratado en una clínica privada de Teo (A Coruña) y el abono asciende a 500 euros mensuales entre pruebas, analíticas, radiografías y medicamentos.

El importe crecerá inevitablemente a medida que aumente la dosis, apunta Rocío Cabanelas, y detalla que esta cifra podrá ser de 6.000 euros al mes cuando Ismael cumpla 17 años.

Para costear todo lo que ha necesitado en su lustro de vida, esta familia ha contado con el apoyo de los vecinos de Bentraces, núcleo de Barbadás (Ourense), en el que residen.

La cooperación se ha materializado a través de donaciones anónimas en una cuenta bancaria y mediante una recogida de tapones solidarios.

También se ha puesto en marcha una campaña de firmas, que esperan hacer llegar al Ministerio de Sanidad.

Encarna García, la «culpable» de hacer llegar la carta a los Reyes, confiesa que su acción surgió de «años de preocupación» y relata que en la actualidad piensa en «un futuro con mucha esperanza, gracias a la ayuda de los Reyes. De hecho, Ismael dice que vio a su Reina y que igual es maga», concluye.