El Gobierno aprueba el primer Programa Nacional de Control de Contaminación Atmosférica

El plan consta de 57 medidas destinadas a la reducción de las emisiones de diversos contaminantes atmosféricos, de acuerdo con la normativa europea

El Gobierno en funciones ha dado luz verde al Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica (PCCA), compuesto por 57 medidas destinadas a la reducción de determinados contaminantes atmosféricos que responden a las políticas nacionales de calidad del aire y a la impuesta por la directiva europea.

El Consejo de Ministros aprovechó la convocatoria de la huelga mundial por el cambio climático para lanzar este nuevo programa medioambiental, a partir del que se han fijado los nuevos límites de emisión de los gases más contaminantes, como son el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno o el amoniaco.

Para ello, este plan se marca como meta final la reducción de dichos gases antes de 2030, concretamente un 92 % en los niveles de dióxido de azufre (SO2), un 66 % los de óxidos de nitrógeno (NOx), un 30 % los compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), un 21 % las emisiones de amoniaco (NH3) y un 50 % las de partículas finas (PM 2,5), según informó la Agencia EFE. Asimismo, se encarará de regular diferentes actividades vinculadas a la contaminación como son la ganadería, la agricultura, el sector energético o la movilidad, entre otras.

De tal forma, la titular en funciones del Ministerio para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, explicó que el PCCA “prevé reforzar el sistema de seguimiento de las emisiones y sus impactos en la salud y en los ecosistemas”, con el fin asegurar que España cumpla en la próxima década con los objetivos marcados por las políticas energéticas y climáticas, definidas en el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, remitido a la Comisión Europea.

Por otro lado, uno de los aspectos a los que apela el programa, según Ribera, se refiere a la salud de la ciudadanía ya que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire supone el cuarto factor de riesgo de muerte en el mundo.