Investigación científica

Logran rejuvenecer a ratones en sólo tres semanas

Han conseguido en ratones contrarrestar los signos de envejecimiento y aumentar la vida de estos animales en un 30 por ciento

De izquierda a derecha, Ergin Beyret, Mo Li, Aida Platero-Luengo, Pradeep Reddy, Paloma Martinez-Redondo, Eric Vazquez, Tomoaki Hishida, Toshikazu Araoka, Concepcion Rodriguez Esteban, Fumiyuki Hatanaka, Alejandro Ocampo, Juan Carlos Izpisua Belmonte
De izquierda a derecha, Ergin Beyret, Mo Li, Aida Platero-Luengo, Pradeep Reddy, Paloma Martinez-Redondo, Eric Vazquez, Tomoaki Hishida, Toshikazu Araoka, Concepcion Rodriguez Esteban, Fumiyuki Hatanaka, Alejandro Ocampo, Juan Carlos Izpisua Belmontelarazon

Esta técnica ha permitido que células de piel humanas cultivadas en el laboratorio rejuvenezcan no solo en su aspecto, sino también en su funcionamiento

“La célula es un medicamento”. Así de claro lo tiene Pedro Guillén, fundador de la Clínica CEMTRO y uno de los autores del estudio que se publica hoy en “Cell” en el que se demuestra que rejuvenecer las células en organismos vivos es posible. Lo ha conseguido el equipo del doctor Guillén, con el liderazgo de Juan Carlos Izpisúa, profesor del Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk.

La nueva técnica, calificada como “un método revolucionario”, en palabras de Guillén, ha conseguido “romper con esa línea recta a la que nos dirige la vida. Hasta ahora no había quien revirtiera la edad y nosotros lo hemos conseguido”. ¿Su fórmula? Basándose en el trabajo del Nobel japonés Yamanaka, “hemos incorporado cuatro moléculas a la célula envejecida y, de este modo, hemos conseguido revertir las señales de la edad”.

La técnica utilizó como base ratones con progeria -una enfermedad rara que surge en la infancia y que produce una vejez prematura-. La reprogramación que han llevado a cabo en el laboratorio ha conseguido que la esperanza de vida de estos animales -suele ser de tres años- aumentara entre un 25 y un 30 por ciento.

“Con este experimento hemos sido capaces de demostrar que el envejecimiento tiene plasticidad y que se puede revertir”, añade el doctor Guillén. Y es que, aunque normalmente se habla de las CCC (Cáncer, Carretera y Corazón) como las primeras causas de mortalidad, “en realidad muere mucho más gente por el paso del tiempo”, sostiene Guillén. De ahí el interés de los científicos en dar con esa fórmula que haga detener el tiempo, aunque es cierto que la palabra “inmortalidad” les suena demasiado fuerte, es el reto hacia el que, poco a poco, se van encaminando.

“No me atrevería a decir que este es un paso hacia la inmortalidad. Nuestro objetivo no es sólo lograr que vivamos más años pero que vivamos mas años sanos. Que los años sean saludables y que no tengamos que sufrir los síntomas y enfermedades del envejecimiento. El envejecimiento es un gran problema social y es el principal factor de riesgo para todas las enfermedades que sufrimos. Mejorando como envejecemos reduciremos el riesgo de padecer muchas enfermedades”, subraya Juan Carlos Izpisúa a LA RAZÓN.


El gran éxito de este trabajo, de carácter internacional, pero liderado por científicos españoles es que han sido capaces de demostrar lo que muchos otros laboratorios sólo habían conseguido sobre una placa Petri, porque un proceso que es efectivo en células de experimentación no siempre lo es en un organismo vivo. Tenían que ser capaces de reprogramarlas hasta tal punto que pudieran llegar a un estado próximo al embrionario, cuando la división celular es más rápida y, por tanto, dejan de envejecer, pero de una forma controlada porque está reproducción veloz también es un signo distintivo del cáncer, del mismo modo que el regreso al estado embrionario en un adulto puede llevar al fallo orgánico de éste. Todos estos peros reflejan la complejidad del experimento.

Así, lo que han hecho el Instituto Salk y la Clínica CEMTRO es no llevar a las células hasta esa fase incial, sino que se han quedado un pasito antes. “En otros estudios, los científicos han reprogramado completamente las células todo el camino de vuelta a un estado de células madre”, comenta el co-primer autor Pradeep Reddy, también un asociado de investigación de Salk. “Pero mostramos, por primera vez, que al expresar estos factores durante un corto período de tiempo, se puede mantener la identidad de la célula mientras se invierten los signos asociados con la edad”. Y, además, es un proceso que ofrece resultados en un periodo de tiempo bastante corto: “La célula tarda entre dos y tres semanas en reactivarse y similar las moléculas que le hemos introducido. Es entonces cuando se aprecian los primeros signos de rejuvenecimiento, ya no tiene las orejas caídas y la cola la tiene más recta”, añade Guillén.


Estos investigadores ya están pensando en el siguiente paso que es demostrar lo mismo en animales mayores. “Aún no hemos decidido si será en primate o en cerdo”, comenta el doctor de CEMTRO. Lo que ya tienen claro es que las células cutáneas no son las únicas que se pueden beneficiar de esta nueva técnica.

“En principio, el rejuvenecimiento mediante reprogramación se podría utilizar en cualquier tipo celular. En nuestro estudio mostramos la mejora de diferentes tejidos incluidos la piel, el bazo, riñón, estómago, músculo y páncreas. Nuestra hipótesis es que la desregulación epigenética es la causa del envejecimiento, independientemente del tipo celular. Por este motivo, la reprogramación puede rejuvenecer cualquier tipo de células”, concluye Izpisúa.

Esta técnica ha permitido que células de piel humanas cultivadas en el laboratorio rejuvenezcan no solo en su aspecto, sino también en su funcionamiento,.