Pacientes
Las patologías del tracto digestivo, centro de la consulta
El Ruber Juan Bravo inaugura equipos y servicios para tratar estas enfermedades
El Ruber Juan Bravo inaugura equipos y servicios para tratar estas enfermedades
El complejo hospitalario Ruber Juan Bravo ha ampliado sus prestaciones sanitarias con la apertura de una unidad médico-quirúrgica de pruebas funcionales del tracto digestivo. Con ello se pretende alcanzar una estructura de equipo multidisciplinar donde, por un lado, se contará con el equipo de Medicina del Aparato Digestivo, el cual será liderado por los doctores Constanza Ciriza y Fernando Canga y, por otro, el equipo de Cirugía, que tendrá al doctor Diego Hernández García-Gallego al frente.
La colaboración de ambos servicios es fundamental; el primero se centrará en el tratamiento médico y endoscópico, así como de la rehabilitación de la patología funcional y motora del tubo digestivo. Por su parte, el equipo de Cirugía se encargará de llevar a cabo la preparación de las soluciones quirúrgicas de la misma.
En la nueva unidad se han incorporado también equipos de manometría esofágica y anorrectal de alta resolución para el estudio de estas patologías.
El especialista tiene que poner especial atención para identificar, cuantificar y tratar las diversas enfermedades esofágicas subsidiarias al tratamiento de las patologías digestivas altas ya que, a pesar de ser benignas en general, requieren de una intervención médica y, según el caso, se puede llegar a recurrir a la solución quirúrgica para completar el proceso. Según puntualizan los doctores, «algunas de ellas, como el reflujo gastroesfágico, son un problema frecuente que tiene una gran importancia desde el punto de vista social y económico y que debe abordarse desde un punto de vista multidisciplinar, ya que afecta a la práctica clínica habitual de gastroenterólogos, cirujanos, otorrinolaringólogos, neumólogos, internistas y otros». En el estudio de los pacientes con dolencias como la anterior, la manometría esofágica de alta resolución como la monitorización de pH en 24 horas (pH-metría esofágica) son pruebas funcionales fundamentales en el estudio de los pacientes con estas dolencias.
Respecto a la patología digestiva baja y en coloprotología, también pueden aparecer ciertas enfermedades asociadas sobre las que el especialista ha de ser muy preciso en el diagnóstico. Algunas de estas son el estreñimiento crónico de difícil tratamiento, la incontinencia fecal idiopática, la postoperatoria y la postraumática –en especial tras aquellos casos de partos complicados, la radioterapia rectal y la encopresis–, alteraciones dolorosas del ano –por fisura anal o hemorroides, entre otros– o la evolución tras cirugías anorrectales.
El estudio de pacientes con manometría rectal de alta resolución –una prueba que hay que programar con antelación– supone, según afirma el doctor Hernández, «el método más útil, fiable y sencillo para evaluar la región» y resulta beneficioso tanto para gastroenterólogos como para cirujanos, ginecólogos o neurólogos.
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