Medicamentos

Llega a España la solución para los colesteroles «imposibles»

Un nuevo medicamento biológico, el primero de la familia de los inhibidores de PCSK9, ayudará a los pacientes españoles con hipercolesterolemia familiar y a otras personas con riesgo cardiovascular a controlar los niveles más elevados del conocido como colesterol «malo» o LDL

Llega a España la solución para los colesteroles «imposibles»
Llega a España la solución para los colesteroles «imposibles»larazon

Un nuevo medicamento biológico, el primero de la familia de los inhibidores de PCSK9, ayudará a los pacientes españoles con hipercolesterolemia familiar y a otras personas con riesgo cardiovascular a controlar los niveles más elevados del conocido como colesterol «malo» o LDL

Repatha, que así se llama el medicamento en su forma comercial, es una nueva opción terapéutica para los pacientes con niveles de colesterol elevados que no consiguen alcanzar un control adecuado con los tratamientos actualmente disponibles, o que no los toleran. Fue aprobado el pasado 20 de enero y está disponible desde el 1 de febrero. Según explica José Luis Motellón, director médico de Amgen, los pacientes que más se pueden beneficiar de Repatha son los adultos con hipercolesterolemia familiar, una enfermedad genética que causa niveles elevados de colesterol LDL y tiene asociado un riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular desde edades muy tempranas, y enfermedad cardiovascular establecida (con cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular isquémica o enfermedad arterial periférica); los adultos con hipercolesterolemia familiar heterocigota; los adultos y adolescentes a partir de 12 años con hipercolesterolemia familiar homocigota y cualquiera de los pacientes de los tres grupos anteriores que sean intolerantes a las estatinas (el tratamiento convencional para el colesterol) o para quien estos fármacos estén contraindicados.

Xavier Pintó, jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital de Bellvitge, indica que entre estos pacientes hay personas cuyos niveles de colesterol LDL pueden llegar a triplicar los niveles considerados normales. El medicamento –explica– se administra con una pluma similar a la que emplean las personas con diabetes, de forma que no es necesario acudir a la consulta para hacerlo. El paciente debe simplemente recoger la medicación en el servicio de farmacia de su hospital una vez prescrito por su especialista. «Está pensado para que el paciente se lo autoadministre después de recibir una adecuada formación. La administración de Repatha también puede realizarla cuando sea necesario una persona que haya sido formada para administrar el medicamento», añade Motellón.

En la línea

Este fármaco, también llamado evolocumab (por su principio activo) costará al Sistema Nacional de Salud 206,07 euros/por vial/quincena, «lo que supone alrededor de 5.000 euros por paciente al año, un precio muy en la línea de otros tratamientos biológicos similares», valora Motelló. Pintó considera que, si bien todavía no hay estudios al respecto sobre población de pacientes en España, el alto precio de tratar los episodios cardiovasculares que pueden presentarse si no se controlan debidamente los niveles de colesterol hace pensar que es más barato emplear este medicamento que tratar esas complicaciones que acarrea el colesterol «malo».

Repatha impide que una proteína llamada PCSK9 desempeñe su función en una serie de fenómenos que se producen en el organismo y desembocan en la acumulación de colesterol LDL. De hecho, Pintó destaca que una de las ventajas del tratamiento con evolocumab es su precisión. «Aunque se sigue investigando, los estudios publicados hasta el momento sugieren que esta proteína tiene una función bastante específica, y ese es el motivo de que los efectos secundarios del fármaco sean también limitados», reflexiona.

Alteraciones mínimas

En un porcentaje reducido de individuos tratados con el nuevo medicamento se han observado alteraciones de la función cognitiva, como dificultades relacionadas con la memoria. Este efecto secundario se ha visto en 0,9 por ciento de los casos, y en personas a las que se administraba un placebo (una sustancia inactiva que se usa en los estudios para comparar) las alteraciones de ese tipo se presentaron en 0,3 por ciento de los sujetos. En esos estudios, se ha visto que el tratamiento con Repatha reduce los niveles de colesterol «malo» entre un 55 y un 75 por ciento cuando se comparaba con el brazo de control (formado por personas que reciben placebo). La reducción de esos niveles se mantuvo con el tratamiento a largo plazo. El presidente de la Sociedad Española de Cardiología, Andrés Íñiguez, ha afimado de este fármaco que «ofrece a los médicos una opción terapéutica innovadora y efectiva para tratar a los pacientes de muy alto riesgo cardiovascular que no consiguen reducir sus niveles de colesterol con los tratamientos disponibles hasta ahora».

CUANTO MÁS BAJO, MEJOR

Aunque no hay datos directos que prueben que usar Repatha para reducir los niveles de colesterol LDL en la sangre tiene como consecuencia beneficios para la salud cardiovascular, sí está establecido que cuanto más bajo sea el nivel de colesterol «malo», menor es la probabilidad de sufrir episodios cardiovasculares (infartos, ictus...). «Los datos combinados de estudios genéticos, entre otros, han generado optimismo en cuanto al potencial de los medicamentos inhibidores de PCSK9 para aportar beneficios cardiovasculares», escribían a finales del año pasado un equipo de expertos en la revista «The New England Journal of Medicine», una publicación que muchos consideran la «biblia» de los avances en Medicina. Los firmantes del artículo, todos ellos miembros del comité asesor sobre terapias farmacológicas en endocrinología y alteraciones metabólicas de la agencia estadounidense del medicamento (la FDA, Food and Drug Administration), recordaban que la base científica para la aprobación de las estatinas, que son el tratamiento habitual de la hipercolesterolemia, hace ya varias décadas, fue precisamente un ensayo que probaba los beneficios de la reducción del colesterol en términos de salud cardiovascular. Otros trabajos posteriores «podrían interpretarse como evidencia de que la reducción del colesterol LDL disminuye el riesgo cardiovascular, independientemente del mecanismo de acción del fármaco».