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Nuevos tratamientos más precisos para aboordar el vértigo

Expertos españoles desvelan en “DERMA 2020: la Dermatología del futuro”, fármacos y avances significativos en dolencias crónicas

Desarrollan técnicas para el rejuvenecimiento facial sin cirugía con resultados sin precedentes | Imagen cedida
Desarrollan técnicas para el rejuvenecimiento facial sin cirugía con resultados sin precedentes | Imagen cedidalarazon

La inteligencia artificial (IA) se encuentra a la vuelta de la esquina. Ricardo Ruiz, dermatólogo y director de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI) se apoya en una investigación en la que se explica que un algoritmo de IA consigue ser más seguro para diagnosticar cáncer de piel, que 58 dermatólogos expertos en este tumor. El experto asegura: «Tendremos que aprender a convivir con esta tecnología». Asimismo, añade que «la única duda que se presenta es cuándo empezaremos a usarla». Todos estos avances cuentan con varias limitaciones. En primer lugar, que estos estudios se hallan a nivel experimental. Todos y cada uno de estos algoritmos no son, de momento, totalmente seguros. Por último, la naturaleza del ser humano y el trato que recibe por parte del médico. Según el dermatólogo: «Un algoritmo nunca podrá sentarse y consolar. Un medico sí. Puede haber esa empatía que jamás podrá conseguir este novedoso sistema».

En los próximos años vamos a asistir al desarrollo de nuevos fármacos que van a curar o eliminar durante largos períodos de tiempo enfermedades como el acné, la dermatitis atópica o la psoriasis. En lo referente al cáncer, el más frecuente del organismo, Ruiz asegura que «aparecerán nuevos métodos mínimamente invasivos o incluso sin cirugía, que ayudarán enormemente a tratar a pacientes oncológicos». La dermatitis atópica y el vitíligo tendrán una respuesta con la aparición de nuevos medicamentos, los llamados inhibidores de JAK, muy poco agresivos y con escasos efectos secundarios. Tienen como objetivo conseguir controlar casos graves de estas dos afecciones cutáneas. En cuanto a la psoriasis, «en los últimos 10 años hemos avanzado más que en los últimos 200 años, y este gran paso es gracias a nuevos fármacos biológicos capaces de limpiar, con una sola inyección mensual, sin apenas efectos secundarios, esta enfermedad que hasta hace poco era una cura de humildad para los dermatólogos», asegura Ruiz.

Por último, en lo que se refiere a la Dermatología estética, se va a asistir a la aparición de nuevas técnicas para el rejuvenecimiento facial sin cirugía con resultados sin precedentes. «La combinación de técnicas como la toxina botulínica, con la aplicación de inductores de colágeno, ultrasonido y láser, ofrece resultados sorprendentes», afirma el médico. Se pueden llegar a conseguir resultados muy naturales si se tiene un mayor conocimiento de la anatomía facial y si el uso de estas técnicas es el adecuado y el prudente.

Cada vez se encuentran más casos de melanoma. A pesar de que se diagnostican más, y de manera más precoz, no se mueren menos personas. Ángel Pizarro, dermatólogo y jefe de la Unidad de Diagnóstico Precoz y Prevención del Melanoma en CDI, propone dos direcciones. Por un lado, qué se puede esperar del uso de productos solares y qué se puede esperar del diagnóstico precoz del melanoma. Según el dermatólogo: «En primer lugar, la automatización del proceso (a través de la creación de equipos con múltiples cámaras fotográficas que permiten agilizar la obtención de imágenes en un mapeo de lunares), y la segunda vía se trata del diagnóstico o la interpretación automatizada con la ayuda de inteligencia artificial aplicada a esas imágenes».

La quemadura solar se muestra como uno de los factores de riesgo para padecer melanoma. Según Pizarro, apoyándose en diferentes estudios, subraya que algo sucede: “¿No los usamos bien? o a lo mejor es que, ¿no se usan lo suficiente? O incluso, ¿las asumimos como ciertas propiedades “mágicas” que no tienen, creando una falsa sensación de eficacia y seguridad?”. A fin de cuentas, tal y como menciona un estudio de Estados Unidos, el número de personas que se quemaron en 2005, 2010 y 2015 no disminuyó. Por tanto, el número de pacientes afectados no se reduce.

Entonces, ¿cuál puede ser el futuro del uso del protector solar? Usarlos dentro de un contexto de otras medidas «razonables» destinadas a evitar la exposición solar intensa y/o prolongada. Priorizar tres propiedades evaluables como son: la comodidad para usarlo, que sea agradable y que se adecúe al tipo de piel para evitar quemaduras. Desconfiar de las propiedades biológicas “mágicas” que no se sustentes en ensayos clínicos rigurosos. No olvidar el problema de que la vitamina D también existe (efecto anti-melanoma). Para finalizar, tener en cuenta de que lo que hicimos en nuestra infancia y juventud va a influir de forma crítica en nuestro riesgo futuro respecto al melanoma.

Los láseres fraccionados consisten en una mejora clave para los tratar enfermedades cutáneas. Dispositivos que ya existen producen unos micro orificios en la piel de tal forma que dejan una piel sana, entre ambos orificios, que permite que la recuperación sea rápida. Éstos consiguen una mejora muy importante de cicatrices de acné y mejore la calidad de la piel de manera sustancial. Según Sánchez Carpintero, dermatólogo y jefe de la Unidad Láser de la CDI: «Un avance importante que va a suponer una ayuda clave para pacientes, sobre todo niños con lesiones vasculares en la infancia como son los angiomas, las manchas como la mancha vino de Oporto o malformaciones capilares, son unos nuevos dispositivos de láser que permiten aplicar frecuencias más altas y por tanto conseguir un aclaramiento mayor de esas lesiones con el objetivo final de conseguir que los niños tengan la lesión lo más aclarada o resuelta posible cuando se incorporan al colegio con tres años».

Por otro lado, hay un tratamiento relativamente novedoso que consiste en el uso de microondas, que aplicado en la axila, consigue una reducción drástica de la sudoración. Explica Sánchez que “con una o dos sesiones, conseguiremos eliminar alrededor del 70 u 80% y no solo de la sudoración, sino también del mal olor que se conoce como bromidrosis, un problema no muy frecuente pero muy condicionante para el paciente que lo padece”.