Alertas
Baleares se prepara para una nueva alerta por fuertes lluvias y tormentas tras un fin de semana de inundaciones
La Aemet ha advertido de que la combinación de aire frío con la elevada humedad del Mediterráneo generará fuertes lluvias y tormentas en el archipiélago
Baleares afronta este lunes una nueva jornada marcada por la inestabilidad atmosférica provocada por la llegada de una masa fría en altura que afecta a buena parte del territorio español.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la combinación de aire frío con la elevada humedad del Mediterráneo generará fuertes lluvias y tormentas en el archipiélago y en varias comunidades del este peninsular.
En las islas Ibiza y Formentera se mantiene la alerta naranja por precipitaciones que podrían dejar entre 40 y 50 litros por metro cuadrado en una hora y hasta 100 litros en doce horas.
Tormentas eléctricas
Las lluvias estarán acompañadas de tormentas eléctricas, que podrían descargar con intensidad a partir de media mañana y prolongarse durante buena parte del día.
Los municipios más afectados serán aquellos situados en el litoral y el interior de las Pitiusas, donde los servicios de emergencia recomiendan evitar desplazamientos innecesarios y no circular por carreteras secundarias susceptibles de inundarse.
La situación no será muy diferente en la Comunidad Valenciana, donde las provincias de Alicante, Valencia y Castellón permanecen bajo vigilancia meteorológica.
En esta región, los acumulados también podrían superar los 100 litros por metro cuadrado, con especial incidencia en la franja costera. En Cataluña, las tormentas afectarán sobre todo al litoral de Tarragona y Barcelona, mientras que en el interior peninsular, comunidades como Castilla-La Mancha, Navarra, La Rioja y Aragón registrarán lluvias menos intensas, aunque igualmente persistentes.
Una vaguada atlántica
El episodio meteorológico responde a la influencia de una vaguada atlántica que ha dejado paso a aire frío en niveles medios y altos de la atmósfera. Este fenómeno, unido al viento húmedo de levante, ha favorecido la formación de nubes convectivas sobre el Mediterráneo.
La Aemet prevé que el patrón atmosférico se mantenga durante las próximas horas, manteniendo el riesgo de chubascos localmente fuertes o muy fuertes.
En el archipiélago balear, los primeros chubascos podrían formarse durante la mañana sobre Ibiza y Formentera, extendiéndose por la tarde hacia Mallorca y zonas del Levante peninsular.
En estas áreas, el viento soplará de noreste y este, moderado, con rachas fuertes en algunos puntos costeros. Las temperaturas se mantendrán sin grandes variaciones, aunque la sensación térmica será más fresca debido a la humedad y al descenso de la presión atmosférica.
Lluvias de barro
Aemet advierte también de la posible presencia de polvo en suspensión procedente del norte de África, que podría mezclarse con la lluvia y provocar el fenómeno conocido como “lluvia de barro”. Esta situación, combinada con las precipitaciones intensas, podría complicar las tareas de limpieza y visibilidad en carretera.
Los servicios de Protección Civil de Baleares han recordado que el nivel naranja implica un riesgo meteorológico importante, con posibles incidencias en la red viaria, el transporte marítimo y las actividades al aire libre. Se recomienda asegurar objetos en terrazas y balcones, no estacionar en torrentes ni cauces secos y mantenerse informado a través de los canales oficiales.
El mar: aún con alta temperatura
Aunque el episodio tenderá a remitir de cara al martes, los meteorólogos insisten en que el otoño ha comenzado con una alta frecuencia de fenómenos de lluvias intensas, algo característico de esta época del año en el Mediterráneo.
El mar aún conserva temperaturas elevadas, lo que favorece el desarrollo de tormentas de gran intensidad cuando se combinan con irrupciones de aire frío como la actual.
La inestabilidad, por tanto, continuará siendo la protagonista en los próximos días, recordando que Baleares se encuentra en una zona especialmente sensible a los efectos del cambio climático y a los episodios de precipitaciones extremas, cada vez más frecuentes y difíciles de predecir.