Cinco personas investigadas por comercializar 231 kilos de carne podrida

La Guardia Civil, con la colaboración de la Dirección General de Salud Pública del Govern balear, ha investigado durante la Operación 'Exspiratum', a cinco personas por un presunto delito contra la salud pública y han retirado un total de 231 kilos de cárnicos en mal estado y que estaban destinados a la venta.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), junto con técnicos de la Dirección General de Salud Pública, llevaron a cabo una inspección en una empresa distribuidora de alimentos ubicada en Palma, en Mallorca.

Durante la inspección se localizaron 231 kg de alimentos no seguros que los agentes retiraron, así como productos cárnicos elaborados con alimentos caducados, como ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa.

Descontaminación de la carne con lejía

El procedimiento para tratar los alimentos caducados antes de comercializarlos consistía en separar o cortar las partes externas. Además, se descontaminaba la carne con lejía para elaborar productos cárnicos con la finalidad de enmascarar el deterioro microbiológico y organoléptico de la misma.

Una vez lavada la carne por operarios de la empresa, personal administrativo de la misma modificaba y regularizaba los números de lotes de los productos elaborados para alargar su vida útil, detalla el instituto armado en un comunicado.

El cuerpo de seguridad ha recordado que la elaboración de platos con cárnicos caducados supone un grave riesgo para la salud, por lo que debe respetarse en todo momento la fecha de caducidad de los productos alimenticios.

Otra persona investigada en Mallorca por hurto

Además, durante la semana pasada, la Guardia Civil investigó a una mujer de nacionalidad española y 38 años, como presunta autora de un delito de hurto en interior de domicilio en Calvià.

Los hechos sucedieron el pasado domingo, cuando la investigada se aproximó a un hombre mayor que estaba introduciendo unas bolsas en su domicilio y, de manera amigable se ganó su confianza.

Con la excusa de ayudarle a introducir la compra en su domicilio, logró que la víctima le dejase entrar. Aprovechando un momento de descuido, la mujer sustrajo del interior de un cajón un sobre con 4.500 euros en efectivo.

Un agente que estaba de servicio

Un agente fuera de servicio observó a la mujer corriendo de manera sospechosa y observó como después se introducía en un vehículo estacionado y emprendía la marcha a toda velocidad.

Gracias a los datos aportados por el agente, se logró identificar a la autora de los hechos en Manacor. Agentes del puesto de Calvià investigaron a la sospechosa, aunque no se pudo recuperar el dinero sustraído. De momento, la Guardia Civil continúa con la investigación dado que también descubrieron que la presunta autora del hurto había cometido otros delitos similares.

Por otro lado, el cuerpo de seguridad recomienda "extremar las precauciones" y tener en cuenta el modus operandi de estos ladrones. Consiste, generalmente, como en este caso, en aproximarse amablemente a las víctimas para ganarse su confianza y conseguir el permiso para entrar en la vivienda donde finalmente, poder cometer el robo.