Sucesos
Un hombre borracho se lanza al puerto de Ibiza y provoca retrasos en los ferris
La situación obligó a desviar la embarcación, que había salido de la zona portuaria a mediodía, hasta el puerto de es Botafoc, un espacio habitualmente reservado a Salvamento Marítimo
Un nuevo incidente ocurrido este martes en el puerto de Ibiza ha vuelto a poner en el punto de mira la seguridad en las rutas marítimas que conectan las islas de Baleares.
Un hombre, presuntamente en estado de embriaguez, interrumpió la llegada del ferri ‘Castaví Jet’ de la naviera Trasmapi, que cubría la ruta Formentera-Ibiza, después de lanzarse al mar en la zona de atraque y negarse a salir del agua, como publicó hace unos días el medio local formenterense Ràdio Illa.
La situación obligó a desviar la embarcación, que había salido a las 15 horas desde Formentera, hasta el puerto de es Botafoc, un espacio habitualmente reservado a Salvamento Marítimo.
El cambio de atraque impidió que los vehículos a bordo pudieran desembarcar con normalidad, generando retrasos en la operativa. Solo la intervención de los cuerpos de seguridad logró desbloquear la situación y permitir que el buque retomara su actividad habitual.
Un verano marcado por los incidentes
El episodio no es un hecho aislado. A lo largo de este verano, la llegada de ferris a Ibiza ha estado marcada por varios sucesos relacionados con el consumo de alcohol y drogas a bordo, así como por episodios de violencia entre pasajeros.
A mediados de agosto, la Policía Local de Ibiza intervino de forma urgente tras una pelea entre tres personas durante la travesía de un ferri que se dirigía a la capital pitiusa. Según informó el propio cuerpo policial, los implicados mostraron una gran agresividad, hasta el punto de que el personal del barco tuvo que solicitar apoyo inmediato de los agentes. Cuando la embarcación llegó al puerto de es Botafoc, los agentes subieron a la bodega, donde uno de los hombres continuaba alterado y bloqueando la salida de vehículos y pasajeros.
El individuo, que presentaba claros síntomas de embriaguez, fue sometido a una prueba de alcoholemia que arrojó un resultado de 1,01 mg/l, cuatro veces por encima del límite legal para conducir. La Policía inmovilizó su vehículo y lo trasladó al depósito municipal. El resto de pasajeros pudo desembarcar tras varios minutos de tensión.
Delincuencia organizada
Más allá de los altercados relacionados con el alcohol, las rutas marítimas entre las islas también han sido escenario de operaciones policiales contra el tráfico de drogas. El pasado 14 de agosto, la Policía Nacional detuvo a un hombre de 30 años y origen colombiano a bordo de un ferri procedente de Palma.
El sospechoso trató de evadir un control rutinario, lo que despertó las sospechas de los agentes. Durante el cacheo se le intervinieron diversas sustancias estupefacientes, entre ellas 25,93 gramos de ‘Tusi’, una droga sintética también conocida como cocaína rosa, además de pequeñas cantidades de marihuana y 450 euros en billetes. Los investigadores determinaron que las dosis estaban preparadas para su venta, motivo por el cual fue arrestado acusado de un delito contra la salud pública.
La seguridad marítima: en el punto de mira
Los recientes episodios han reavivado el debate sobre la seguridad en los ferris de Baleares, un transporte clave no solo para turistas, sino también para residentes que dependen de estas rutas en su día a día. La presión turística del verano, sumada al auge de comportamientos incívicos y del consumo de alcohol y drogas, ha incrementado la preocupación entre las autoridades portuarias y los cuerpos de seguridad.
Tanto la Policía Nacional como la Policía Local de Ibiza han reforzado en los últimos meses los controles rutinarios en puertos y ferris, con el objetivo de garantizar la seguridad de los pasajeros y disuadir a posibles infractores. A ello se suman las intervenciones puntuales de Salvamento Marítimo y la Autoridad Portuaria, cuya coordinación resulta esencial en situaciones de emergencia.
En cualquier caso, los episodios de este verano ponen de relieve la necesidad de mantener la vigilancia y la prevención como elementos prioritarios para preservar la imagen de las islas como destino seguro y garantizar la normalidad en un transporte que sigue siendo vital para la conectividad interinsular.