Ciencia y Tecnología

Feminización de la voz en mujeres transexuales: el último eslabón de una larga cadena

Por el Dr. Casado, codirector del servicio de Otorrinolaringología de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar

Feminización de la voz en mujeres transexuales: el último eslabón de una larga cadena
Feminización de la voz en mujeres transexuales: el último eslabón de una larga cadenalarazon

Hace 19 siglos que el médico griego Galeno demostró que es el cerebro y no el corazón -como se creía- el que controla la voz. Lo que probablemente nunca supo el gran precursor de la medicina moderna es que, en el caso de las personas transgénero, su cerebro no se identifica con su propia voz. No es de extrañar. El reconocimiento social y médico de la transexualidad como una condición humana que hay que respetar y los consiguientes procesos de reasignación de género son tan nuevos que, de hecho, apenas han comenzado en comparación con otras realidades psicosociales más comúnmente aceptadas en pleno siglo XXI.

Aunque generalmente es de los últimos pasos que integran el largo proceso de reasignación de género, la adecuación de la voz a la nueva identidad es, sin embargo, de gran trascendencia: junto al aspecto físico, nada dice más de nosotros que nuestra voz, el vehículo con el que manifestamos cómo somos, qué pensamos o cómo nos sentimos. Y, también, si somos hombre o mujer.

El tono de la voz, como ocurre con cualquier sonido, es una cuestión de frecuencias. Según diversos estudios, la frecuencia fundamental media para voces masculinas es de 106 hercios; para voces femeninas, la frecuencia media es de 193 hercios, aunque en ambos casos hay amplios rangos por arriba y por abajo. Así pues, para feminizar la voz, el objetivo sería subir su frecuencia desde los hercios estereotipadamente masculinos hasta lo más cerca posible de esos 193 Hz que reconocemos como voz de mujer.

En el caso de los hombres transgénero, el propio tratamiento hormonal activa el cambio, ya que la testosterona provoca un descenso del tono vocal, haciéndolo más grave y, por tanto, más próximo a la voz masculina. En las mujeres transgénero, por el contrario, el consumo de estrógenos (la hormona sexual femenina) no afecta en absoluto al tono vocal, por lo que se puede recurrir a técnicas quirúrgicas o logopedas o, como prefieren muchas personas transgénero, a ambas combinadas.

Glotoplastia de Wendler y logopedia

“La feminización de la voz permite adquirir al paciente transexual el último eslabón de una cadena de cambios para convertirse totalmente en una mujer en cuerpo y alma. Adquirir la voz femenina otorga a nuestros pacientes la confianza necesaria para incorporarse a su rutina diaria sin temor y sin complejos de ningún tipo”, explica el doctor Juan Carlos Casado, codirector del servicio de Otorrinolaringología de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar y gran especialista en esta materia.

De hecho, fue el doctor Casado, junto a su colega el doctor Carlos O’Connor, quienes realizaron en 2013 la primera intervención quirúrgica en España para la feminización de la voz. Se trata de la técnica denominada glotoplastia de Wendler, consistente en incrementar la tensión, alterar la consistencia y reducir la masa de las cuerdas vocales con el objetivo de conseguir una laringe más corta, que emita sonidos más agudos y femeninos. “Se trata de convertir una laringe anatómicamente masculina en una laringe anatómicamente femenina”, resume el doctor Casado.

Según detalla, es una operación de complejidad técnica pero que, al hacerse por vía endoscópica a través de la boca, no deja cicatrices externas. Dura aproximadamente una hora y media y tras ella la paciente debe guardar un reposo vocal de unas dos semanas. A partir de entonces, la paciente debe asistir a terapia con un logopeda para conseguir no solo la feminización de la voz -ya obtenida quirúrgicamente-, sino también de la forma de hablar. Hay que recordar que las voces estereotipadamente femeninas y masculinas no se diferencian solo por el tono, sino también por la melodía, entonación, intensidad, ritmo o énfasis, cualidades vocales que la cirugía no puede alcanzar.

De todo ello habla el doctor Juan Carlos Casado en su libro “Feminización de la voz. Abordaje multidisciplinar de la mujer transgénero”, que ha escrito junto al doctor Enrique Maraví. Se trata de una guía dinámica para la comprensión de la transición que pasan las mujeres transgénero a nivel quirúrgico. El libro pretende además paliar la escasez de manuales actualizados que traten de una manera accesible y didáctica el proceso de feminización de la voz, un instrumento tan íntimamente ligado a nuestro ser, como ya adelantó -y va para 2.000 años-, el gran Galeno.