Inmigración
Pradales y Clavijo convierten su alianza en un reproche directo a La Moncloa
El lehendakari visita por primera vez Canarias y, junto al presidente del Archipiélago, lanzan un mensaje común: "la migración no admite parches ni excusas"
El lehendakari Imanol Pradales no viajó a Canarias para hacerse la foto. En su intervención en Santa Cruz de Tenerife dejó claro que el objetivo iba por otros lares: “Es una realidad a la que tenemos que responder de manera estructural, ordenada, justa y regular. No valen parches ni soluciones coyunturales”. A su lado, el presidente canario, Fernando Clavijo, reforzó el mensaje: “El Gobierno central debe entender que no se puede seguir improvisando mientras miles de menores dependen de nuestra capacidad de respuesta”.
La visita, inédita hasta ahora en la historia política reciente, se transformó en un frente común que evidencia lo que Madrid no quiere reconocer, y es que las comunidades fronterizas sostienen sobre sus espaldas el peso de la inmigración mientras el Ejecutivo central "administra excusas", indicó Clavijo.
Ambos presidentes firmaron un protocolo de colaboración en innovación, formación y economía azul, pero la imagen que quedará en la memoria política es la de dos territorios periféricos uniéndose para reclamar lo que debería ser obvio, "una política migratoria nacional seria, estable y con recursos suficientes", señaló el presidente canario.
Pradales habló con dureza sobre lo que ocurre en el norte: “En el Bidasoa sufrimos un efecto embalsamiento por el cierre francés. En seis años hemos atendido a 40.000 personas en tránsito”. Y recordó que este verano Euskadi tuvo que auxiliar a decenas de malienses con recursos propios “en competencias que no son nuestras, hasta que el Gobierno actuó y regularizó su situación”.
Clavijo, por su parte, lamentó que el decreto aprobado en Madrid para facilitar la distribución de menores apenas esté funcionando: “Gracias a la solidaridad del País Vasco pudimos modificar la Ley de Extranjería, pero la salida no está siendo fluida. Seguimos desbordados”.
En un contexto político marcado por la bronca parlamentaria y la crispación en redes, los dos presidentes lanzaron también un mensaje sobre otra forma de gobernar. “Euskadi y Canarias seguiremos actuando con responsabilidad y siendo proactivos hasta que el Gobierno español haga los deberes pendientes”, insistió el lehendakari.
Clavijo completó el dardo contra la pasividad de La Moncloa: “El lehendakari simboliza la política útil, la que se pone al servicio de la ciudadanía, no al servicio del ruido ni de los populismos”. Una frase que, más allá del elogio a Pradales, sonó a reproche directo al Ejecutivo central, incapaz de articular soluciones estables pese a la urgencia del desafío.
Mientras Canarias sigue absorbiendo la llegada de cayucos y Euskadi gestiona el bloqueo en la frontera francesa, Madrid presume de un decreto que promete traslados exprés en quince días… pero que, hasta ahora, apenas ha servido para un puñado de casos. La realidad desmiente el discurso oficial: el Estado legisla en el BOE, pero abandona en la práctica a las comunidades que sostienen el sistema.