Historia

Voces del mar, figuras sin rostro y lamentos en mitad de la noche: el misterio sin resolver de Erese

La historia que cimentó la fama de este lugar comenzó en 1966, cuando una vecina vivió un suceso que marcaría su vida para siempre

Playa de Erese, La Gomera
Voces del mar, figuras sin rostro y lamentos en mitad de la noche: el misterio sin resolver de EresePlayas de España

En la pequeña y recóndita isla de La Gomera, en el archipiélago canario, existe un lugar que despierta más que asombro. Se trata de la playa de Erese, una cala oscura y silenciosa de apenas 250 metros de longitud, donde el viento y las olas parecen contar secretos que el tiempo no ha logrado borrar. Vecinos, pescadores y visitantes aseguran haber sido testigos de presencias extrañas, figuras gigantescas e incluso llamadas provenientes del mar. Muchos la conocen ya como “la playa del miedo”.

¿Cuándo comienza su fama?

La historia que cimentó su fama comenzó en 1966, cuando Eugenia, una vecina del lugar, vivió un suceso que marcaría su vida para siempre. Aquel día, mientras caminaba por la playa con su hijo, ambos escucharon una voz que emergía desde el mar. El niño, guiado por ese susurro desconocido, se acercó al agua. “Aquello fue un espíritu”, afirmaría Eugenia décadas después, aún con el escalofrío intacto, en una entrevista al programa de televisión Cuarto Milenio.

Pero el testimonio de Eugenia no es el único. Epifanio, otro residente de la isla, recuerda cómo una noche se topó con una figura de más de dos metros de altura, inmóvil y silenciosa, mirando fijamente hacia el barranco. “Tenía los brazos en cruz… no hacía ningún movimiento, simplemente estaba allí. Luego, poco a poco, se desvaneció en el horizonte”, relata aún con incredulidad.

Las historias se multiplican. Pescadores aseguran haber escuchado cadenas arrastrándose entre las rocas, pisadas sobre las piedras y lamentos en mitad de la noche. Otros relatan cómo algunas personas eligieron esta playa, alejada y de difícil acceso, para acabar con sus vidas, lo que no ha hecho sino alimentar el aura lúgubre del lugar.

Un pasado envuelto en mitología

Aunque los fenómenos no han podido ser explicados por la ciencia, algunos investigadores sugieren que las leyendas podrían estar relacionadas con antiguas creencias de los guanches, los aborígenes canarios. Según la tradición oral, los barrancos y rincones recónditos de las islas estaban habitados por espíritus protectores o entidades mitológicas que vibraban en armonía -o en advertencia- con la naturaleza.

Hoy, Erese sigue siendo un lugar de belleza imponente, donde el silencio es casi absoluto y el paisaje parece parado en el tiempo. Para algunos, es un remanso de paz; para otros, un portal abierto al misterio. Lo cierto es que, con cada nueva historia contada entre susurros, la leyenda crece y el enigma persiste.