Castilla-La Mancha ha explicado cómo rechazó la compra de mascarillas de la trama Koldo
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha desgranado cual fue el proceso que siguieron desde el ejecutivo regional para evitar la compra de las mascarillas defectuosas
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Hace unos días se dio a conocer un informe de la Guardia Civil que apuntaba que el gobierno de García-Page se negó a comprar mascarillas vinculadas a la "trama Koldo" a pesar de que este red de corrupción intentase sacar tajada en Castilla-La Mancha en lo peor de pandemia.
Los investigadores de la Guardia Civil señalan una serie de correos electrónicos cruzados entre dos personas para adquirir el material médico donde una responsable de suministros del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SECAM) envió un email el 16 de junio de 2020 exponiendo lo siguiente: "Siento mucho no poderles realizar la compra de mascarillas... la documentación que aporta indica claramente que son defectuosas y por ello no podemos valorar la adquisicón".
En este sentido, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha desgranado esta mañana en rueda de prensa cual fue el proceso que siguieron desde el ejecutivo regional para evitar la compra de esas mascarillas defectuosas.
Fernández Sanz ha explicado que la empresa que testeaba las mascarillas les comunicó al gobierno regional que "no cumplían criterios porque tenían excesivos fallos". Por ello, el consejero ha aclarado que "a pesar que tuvieran menos fallos no comprábamos ninguna con fallo porque teníamos mucha oferta de mascarillas fiables".
"Por supuesto que insistieron, y por supuesto que volvimos a decir que no" y "tras una cola de correos dijimos que ya no contestábamos más", ha reiterado el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha.
Todas las ofertas de productos sanitarios relacionados con el COVID-19 se centralizaron en un único correo electrónico y una única unidad de compra constituida por técnicos que certificaban la calidad de los productos ofertados que les generaban dudas de manera que el gobierno regional podía hacer "un seguimiento completo de todo lo que pasaba con las compras", ha desgranado el consejero.