José Antonio Otero: «En Pajarillos la gente vive segura y feliz; el problema está en cinco calles»

Un café y un rato de conversación con Óscar Puente, además del apoyo y comprensión de su familia, bastaron para que el médico de familia José Antonio Otero, le dijera sí al alcalde de Valladolid, para encargarse, en un principio del área de Salud Pública, y, después, tras la reordenación que se produjo, también de la de Seguridad Ciudadana.

El departamento que más quebraderos de cabeza le está dando en estos cinco meses que lleva como concejal que, según reconoce a LA RAZÓN, le han parecido cinco años «por la intensidad de trabajo y las cosas por hacer, resolver y planificar».

Sobre todo en el conflictivo barrio de Pajarillos, protagonista en los últimos meses por la delincuencia relacionada con el consumo y venta de drogas, la suciedad y las agresiones a los agentes de la policía e incluso al párroco de la iglesia de San Ignacio de Loyola, como desveló este periódico, y que está provocando problemas de convivencia y que los vecinos estén alzando la voz, hartos de la situación en la que viven.

Preguntado por todo esto, el concejal es claro: «Pajarillos es una zona muy grande y, en su mayoría, la gente es feliz y vive segura. Pero el problema está en una parte muy concreta, en cuatro o cinco calles del barrio, que son las que nos preocupan». Otero reconoce que este núcleo es el que está generando unas discordias que, a su juicio, tienen muchas causas y factores, pero no existe una solución definitiva, o al menos afirma no conocerla. «En todas las ciudades hay conflictos de este tipo y Valladolid no es una excepción, pero estamos intentando abordar estos problemas reforzando la presencia policial, con actuaciones de regeneración urbana y especialmente con medidas educativas y sociales», explica. Sobre estas últimas, el edil pone en valor el proyecto Red Pajarillos Educa, que intenta favorecer la convivencia en las escuelas por la mañana, y avanza que dentro de poco el Ayuntamiento pondrá en marcha en el barrio un centro social para que los niños puedan estudiar y realizar talleres, juegos y actividades que fomenten la convivencia. Pero, en cualquier caso, Otero tiene claro también que hay que pensar a largo plazo.

Plan de Salud

Hacer de Valladolid también una ciudad saludable, limpia y atractiva es uno de sus retos. De hecho, cuando no sea concejal le gustaría haber aportado su granito de arena al respecto. Para ello, defiende las restricciones de tráfico en determinadas zonas de la capital cuando los niveles de contaminación sean elevados «porque da resultados». De hecho, cuenta que hay informes del Hospital Clínico que en esas épocas aumenta el número de pacientes afectados con bronquitis crónica o enfermedades pulmonares. «Cuando hablamos de salud no vale con meter la porquería debajo de la alfombra», advierte, al asegurar que estas medidas no son caprichos ni pretenden fastidiar a los conductores. Avanza un Plan de Salud en el que hará especial hincapié en la realización de campañas de nutrición entre los escolares, para plantar cara al aumento de la obesidad infantil, y para conseguir que los niños adquieran hábitos saludables que después impulsen en sus casas . Fomentar el reciclaje y la selección de residuos también a edades tempranas, son otros de sus objetivos de legislatura.

Preocupado por la Sanidad rural

Como médico de familia, le preocupa la carestía de sanitarios en el medio rural. Y recuerda al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, que los pueblos de menos de 50 habitantes tienen derecho a ser atendidos. También cree que la ausencia del PSOE en el pacto por la Sanidad obedece a un fallo estratégico de la Junta. «No se pueden cerrar consultorios locales sin dar una alternativa», dice, mientras apuesta por potenciar los centros de salud y por seguir dando servicios médicos y no administrativos a los consultorios periféricos.