Castilla y León
105 años de “todo corazón” en pleno confinamiento en una residencia
Felipa García, más conocida como “Golo”, celebra su cumpleaños centenario en la Fundación Raudense de la Tercera de Edad en Roa de Duero (Burgos)
Felipa García, más conocida como “Golo”, cumplió este viernes Primero de Mayo 105 años confinada en plena crisis del Covid-19 en la residencia de la Fundación Raudense de la Tercera Edad en Roa de Duero (Burgos), rodeada con los que ahora se han convertido, más que nunca, en su otra familia. Sus compañeros residentes y los trabajadores del centro después de llevar 51 días sin poder salir de las instalaciones ni poder recibir visitas, puesto que la dirección de la residencia las prohibió unos días antes de la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno.
Al menos, 'Golo' pudo ver desde la reja de la residencia a su verdadera familia, que se acercó a cantarle el cumpleaños feliz desde la calle, como una de sus hijas que reside en la localidad, junto a sus nietos y bisnietos. Tampoco faltaron a la cita numerosos vecinos ni los Bomberos del parque de la localidad y la Guardia Civil, que hicieron sonar sus sirenas, que se confundían con el tañir de las campanas de la iglesia del pueblo. Y es que hoy era un día grande para Roa de Duero pero también para la residencia de la Fundación Raudense que puede presumir de que sus 48 residentes y toda la plantilla del centro están libres de coronavirus, que se confirmó hace unos días con los resultados negativos de las pruebas realizadas. Y eso que la media de edad de sus residentes es de 92 años. Pero, sobre todo, fue una jornada muy especial para 'Golo' que no pudo contener las lágrimas de emoción cuando oyó cantar su cumpleaños feliz.
Pese a sus 105 años, Felipa es una mujer con un buen estado de salud y solo tiene algunos problemas de audición, que no le impidieron acompañar a los que le cantaban el cumpleaños feliz. Se mueve, sin problema, con su andador, come sola y conserva una cabeza “magnífica”, asegura el personal de la residencia, con su director al frente, Jorge Sáinz. Todos resaltan de ella que es “muy cariñosa” y es una muy buena persona, con buen humor. Será porque “lo hace todo de corazón”, una expresión que utiliza con frecuencia, por lo que se tiene ganado el reconocimiento de todo los profesionales del centro, después de nueve años como residente.
No faltó la tarta de cumpleaños para que “Golo” soplara las velas en una residencia decorada para la ocasión que se vistió de gala. Además, pudo ver algunos vídeos que le había enviado su familia y uno que grabó cuando cumplió los cien años, en que contaba su larga vida y los recuerdos que guardaba.
Todos vecinos del pueblo, compañeros y empleados de la residencia la conocen como “Golo” que fue el mote que le puso su padre al nacer al comprobar que se parecía a una golondrina por su pequeño tamaño. Desde entonces, se quedó con es nombre. Pues, hoy, 105 años después, Felipa cumplió el que, sin duda, ha sido su cumpleaños más especial, confinada en una residencia, sin poder recibir los besos y abrazos de su familia.
La centenaria se tuvo que conformar con poder ver, a unos metros y con una verja de por medio, a su hija, nietos y bisnietos. No es de extrañar que le pudiera la emoción y derramara unas lágrimas, mientras recibía unos ramos de flores, lanzaba besos y daba las gracias a los que se habían acercado a la puerta de la residencia para felicitarla. Sin duda, fue un día muy especial, en que recibió el mejor regalo posible. La vida, en un momento en que el coronavirus se ceba, especialmente, los más vulnerables y las personas mayores.
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