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Castilla y León

Castilla y León prepara una nueva estrategia demográfica

Así lo anuncia el vicepresidente Igea, con el objetivo de convertir a la Comunidad en una “tierra de acogida” para retornados, refugiados e inmigrantes.

El vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea
El vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco IgeaCAMPILLOIcal

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, anuncia una nueva estrategia demográfica para convertir Castilla y León en una “tierra de acogida” para retornados, refugiados e inmigrantes.

Durante una entrevista en ‘Los desayunos de Ical’, el también consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior avanza planes de empleo específicos para esos colectivos, convenios de colaboración con asociaciones que se dedican a ayudar a los refugiados, así como acciones en origen que pasan por conseguir que los perfiles de trabajo que demandan las empresas de la Comunidad y no se cubren puedan observarse como “preferentes”.

El paquete de medidas también recoge la necesidad de trabajar para facilitar a estos colectivos los trámites administrativos, tanto a los gobiernos locales como a los refugiados, e incluye deberes para el Ejecutivo central y Europa, entre otros: agilizar la homologación de titulaciones académicas para favorecer con ello la llegada y la permanencia de población y profesionales con la cualificación precisa para muchas de las oportunidades que se generen en el medio rural.

En el caso concreto de la Unión Europea, Igea aboga por una política de fronteras segura, que sea comunitaria. “La política de derechos tiene que ser europea y Europa tiene que hacerse cargo y no cerrar los ojos”, advierte, para precisar que “hay muchas líneas de acción que se pueden hacer”.

“Se vive un drama humano de dos mundos completamente diferentes que es imparable si no somos capaces de cambiar nuestras políticas. Es una política muy extensa, en la que las comunidades autónomas tienen una parte muy pequeña”, reconoce, lo que no quita para que lo exija.

La estrategia de la Consejería de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, también medirá los resultados y hará balance de lo que se ha hecho hasta ahora, que “ha sido un fracaso”.”Las políticas no pueden ser cómo encajo lo que estoy haciendo en el marco de la estrategia, sino: voy a cambiar mis políticas”, reto que se marca el departamento de Igea que recuerda que el balance demográfico de Castilla y León, con un millón de paisanos viviendo fuera, no es “tan brutal” porque la inmigración ha compensado la situación.

Ordenación territorial

Además, pretende que al finalizar la legislatura hayan “echado a andar” todas las mancomunidades de interés general de ámbito urbano (en la actualidad sólo ha iniciado sus pasos la de Valladolid y su alfoz) y “gran parte” de las rurales.

A corto plazo, el objetivo pasa por aprobar la reforma de la ley de ordenación del territorio que eliminará la mayoría reforzada para dibujar el mapa de mancomunidades, que es un “invento” que “petrifica” la ley e impide al Parlamento legislar y renunciar a la aprobación de las unidades básicas de ordenación y servicios del territorio (UBOST) para que sean los propios municipios los que lleven la iniciativa de mancomunarse y diseñar ellos mismos los mapas de su agrupación.

Igea recuerda que es esencial una ordenación territorial que sea capaz de prestar servicios razonables, y que su idea es, “a pesar de la leyenda negra, no ir al choque permanente”. De ahí, que se haya abierto la posibilidad de que los ayuntamientos puedan mancomunarse sin necesidad de que estén finalizados los mapas de ordenación del territorio, de modo que puedan salir, “de abajo arriba e impulsar su creación” voluntaria para la gestión común de servicios