El virus se dispara en agosto y amenaza con más aislamientos

La temida segunda oleada de la pandemia del coronavirus que se preveía para otoño en España ya está aquí, sobre nuestras cabezas. Aunque en el caso de Castilla y León, da la sensación de que el virus nunca se ha ido del todo, ya que el goteo de casos ha sido incesante y constante edurante esta nueva normalidad.

Pero en los últimos quince días, y especialmente desde que comenzara el mes de agosto, la situación está empeorando y el número de positivos se ha disparado en la Comunidad. Además, los habitantes de hasta tres localidades de la Región, la burgalesa de Aranda de Duero, y las vallisoletanas de íscar y Pedrajas de San esteban, que suman entre todas más de 42.000 ciudadanos, han regresado a la fase 1 y se encuentran confinados son poder salir de dichos municipios salvo por causas justificadas.

De hecho, el número de casos activos por Covid ha crecido en 1.172 personas en estas dos última semanas en Castilla y león, hasta superar los nueve mil pacientes en este tiempo.

Y solo durante el último día se han registrado 210 nuevos positivos confirmados por PCR por toda la Comunidad, mientras que otras dos personas han perdido la vida en los hospitales de Salamanca y Segovia, dejando la cifra total en pandemia en 2.072, aunque este número llegará hasta los cuatro mil si se contabilizan los falleciso en residencias y los que murieron con síntomas compatibles con la Covid (1.105), según la información facilitada por el Gobierno autonómico.

Pero esta complicada situación epidemiológica amenaza con nuevos confinamientos en la Comunidad -más de una treintena de zonas básicas de salud están en riesgo y la Junta ha pedido que en ellas no haya reuniones de más de diez personas-, y no solo de ciudades o pueblos, sino incluso de barrios. Es el caso de los vallisoletanos de La Pilarica, la Circular o la Plaza del Ejército; Burgos Rural Sur, Los Comuneros o Gamonal-Las Torres” en Burgos; Soria Rural, Norte” y Sur” en la capital soriana; Periurbana Norte, Tejares”, San José, Filiberto Villalobos, Alamedilla, Miguel Armijo y “San Juan en Salamanca. Actuaciones que requerirían de la orden de un juez, ya que las autonomías carecen de las herramientas jurídicas necesarias para poder llevar a cabo estos aislamientos preventivos.

Aranda, en el punto de mira

Aranda de Duero vive este sábado su segndo día de confinamiento de los siete que ha determinado el juez, y no catorce como pedía la Junta en su plan, aunque el aislamiento podría renovarse por más tiempo en función de la evolución del virus en esta localidad ribereña.Y es que la situación de esta Villa de más de 32.000 vecinos preocupa sobremanera, ya que los ositivos no paran de crecer y en las últimas 24 horas, con el pueblo confinado, se han conocido otros 43 infectados más que elevan la cifra hasta los 273. Y la zona de salud rural también se complica con la detección de otros seis positivos.

El municipio burgalés amanecía este viernes cerrado a cal y canto por la Policía y Guardia Civil con división de opiniones entre los vecinos, muchos resignados por la situación y otros molestos por la decisión tomada. Como la propia alcaldesa de Aranda, Raquel González, que, en declaraciones a Efe, ve «precipitada» la decisión y advierte de las graves prejuicios para el tejido empresarial y económico de la ciudad arandina «ahora que empezaban a remontar el vuelo».

La primera edil ponía sobre todo el acento en la hostelería y el pequeño comercio de proximidad, ya que antes estaban obligados a cerrar y recibían por ello ayudas pero ahora no, ya que depende de ellos si abren su negocio o prefieren cerrarlo.