Fernández Mañueco, sobre la armonización fiscal: “Si es para bajar impuestos, me parece bien”

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha participado este miércoles en el foro ‘Wake up, Spain’, organizado por el diario El Español, donde, preguntado por la armonización fiscal que persigue el Gobierno de España para todas las Comunidades, ha asegurado contundente que le parece bien pero si es para bajar impuestos.

Fernández Mañueco rechazaba de plano una subida de impuestos en nuestro país, pedía al presidente del Gobierno que respete la autonomía fiscal que tienen atribuida las Comunidades Autónomas y ratificaba que dentro de poco se aprobará en Castilla y León la supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones entre cónyuges y de padres a hijos, que quedó paralizado hace un año como guiño al PSOE para poder firmar el pacto de Comunidad entre todos los partidos por la recuperación económica de la Comunidad ante la pandemia pero que ahora se retomará tras la moción de censura fallida de los socialistas.

“Es un impuesto injusto y su eliminación favorecerá la llegada y mantenimiento de empresas”, destacaba el jefe del Ejecutivo regional

Asimismo, Fernández Mañueco defendía una vez más el modelo impositivo “moderado e inteligente” de Castilla y León, en el que se apuesta por una fiscalidad positiva hacia el mundo rural, las empresas y las familias sobre todo, con exenciones y ayudas por hijos, adopciones o cuidados de menores.

Mejor preparados para la recuperación

Durante su intervención, que se prolongó más de veinte minutos, el presidente de la Junta trasladaba también un mensaje de tranquilidad y de seguridad sobre las vacunas y reivindicaba que Castilla y León sea la región de la España autonómica con más porcentaje de su población inmunizada con las dos dosis. Concretamente, el 11 por ciento de su población, mientras que destacaba también que al menos uno de cada cuatro ciudadanos de esta tierra han recibido ya al menos un suero.

Pese a ello, Fernández Mañueco exigía al Gobierno de Españaagilidad y certidumbre en el suministro de las vacunas porque la Comunidad está preparada para el resto.

En relación al paquete de fondos europeos destinado a la recuperación de la covid, el presidente del Gobierno autonómico apuntaba que estos deben apostar, por un lado, por el “reequilibrio territorial” para revisar el actual modelo de concentración poblacional en grandes urbes, iniciado a mediados del siglo pasado, y, por el otro, para que se relance lo rural, ya queun tercio de la población de la Comunidad vive en municipios menores de 5.000 habitantes.

“Los fondos europeos son una puerta abierta a la esperanza para los núcleos rurales de Castilla y León”, decía el presidente, mientras explicaba que gran parte de los proyectos que la Comunidad ha remitido al Gobierno de España para que este a su vez presente en Europa para captar estos fondos covid tienen que ver con inversiones en el mundo rural. Concretamente, 446 proyectos por un valor de más de 6.500 millones de euros. Además, reconocía que la Junta espera captar al menos 5.000 millones de euros tanto del Estado como de Europa.

Asimismo, se quejaba del reparto que se hará de estos fondos, ya que en su opinión se tendría que haber utilizado el actual sistema de financiación autonómico o bien a través de una agencia independiente que fije criterios objetivos, justos y transparentes para el reparto de los fondos, “algo que no ha ocurrido con las primeras ayudas recibidas”, denunciaba.

Finalmente, y como ya avanzaba este martes pasado en el Pleno de las Cortes, Fernández Mañueco volvía a insistir en que Castilla y León está mejor preparada que otras regiones españolas para salir de la crisis de la covid antes y reforzados.

“Estamos en una mejor situación que el conjunto autonómico y en una posición optima para iniciar el relanzamiento y la reactivación económica, pero una vez que se alcance la seguridad sanitaria”, decía el presidente mientras ponía en valor la tasa de paro del 11 por ciento por el 16 del conjunto del país o que el PIB haya caído en 2020 un 6,9 cuando en España lo ha hecho un 9,1 por ciento.

Además, destacaba el equilibrio en el déficit presupuestario y sacaba pecho de los presupuestos aprobados este año, los más expansivos y sociales de la historia, en los que el 80 por ciento de los recursos irán al estado del bienestar.