Poner en valor los monumentos para atraer turistas y hacer más sostenible su gestión

El Gobierno que preside Fernández Mañueco prosigue con su apuesta por la recuperación y rehabilitación de inmuebles, especialmente religiosos y del medio rural, para ponerlos en valor y conseguir que se conviertan en focos de atracción turística y hagan más sostenible su gestión y, por ende, ayuden a crear riqueza y empleo y fijar población en los pueblos.

Y uno de estos inmuebles es el Monasterio de Santa María de Sandoval, ubicado en la localidad leonesa de Mansilla de las Mulas, donde la Consejería de Cultura y Turismo ha puesto sus ojos con una inversión de 350.000 euros destinada a la recuperación del cenobio en la que participan también la Diputación de León y el propio ayuntamiento leonés.

El consejero Javier Ortega presentaba este viernes junto al presidente de la institución provincial leonesa, Eduardo Morán, y el alcalde de Mansilla, José Alberto Martínez, la obra acometida por las tres administraciones para recuperar la antigua panera del Monasterio. “Gracias al apoyo de las tres administraciones hemos recuperado este gran espacio, dotándolo de elementos que permiten la accesibilidad para personas con movilidad reducida y que servirá de Centro de Recepción e Interpretación del Monasterio”, destacaba el consejero

El monasterio de Santa María de Sandoval, ubicado en la confluencia de los ríos Porma y Esla, es una fundación cisterciense que se organiza fundamentalmente en dos áreas: la iglesia y el claustro, alrededor del cual se distribuyen las estancias monásticas y fue declarado Monumento Histórico el 3 de junio de 1931.

El consejero ha destacado que este inmueble, de titularidad de la Junta de Castilla y León, “viene siendo objeto de atención continua en los últimos años, tanto por parte de la administración autonómica, que ha invertido hasta la fecha de más de un millón de euros, como por parte de los agentes locales, el Ayuntamiento de Mansilla Mayor y la Asociación Promonumenta”.

”El pasado año se acometió una intervención para consolidar los muros y vanos del claustro segundo y conocer datos de interés sobre este cenobio, con el hallazgo de un zócalo con pinturas de motivos geométricos que ha sido protegida para su posterior restauración”, recordaba Ortega al respecto, en declaraciones recogidas por Efe.

Ortega aseguraba también que es la sociedad que acompaña a los bienes patrimoniales, y particularmente los pequeños ayuntamientos y asociaciones, el “mejor instrumento” para poner en valor nuestros monumentos y para hacer más sostenible su gestión.

Y tras agradecer el trabajo de la Asociación Promonumenta, del Ayuntamiento de Mansilla Mayor y de la Diputación provincial de León “por constituir un ejemplo de entendimiento de la responsabilidad en el cuidado y protección de los bienes patrimoniales”, el consejero de Cultura y Turismo anunciaba un nuevo proyecto para consolidar la parte norte del primer claustro, actualmente apuntalada con una estructura de acero, que permitirá completar este claustro y hacer posible el desarrollo de algunas actividades públicas en su interior.

“Estamos satisfechos por haber podido salvar un edificio emblemático, ya citado por Jovellanos en su visita al monasterio, y poderlo convertir en centro cultural, pero sobre todo porque entendemos que, con esta obra, que es el resultado de un trabajo realizado en los últimos cinco años, se ha detenido definitivamente el deterioro de Sandoval”, destacaba, por su parte, el presidente de la Diputación de León, mientras ponía en valor el “simbolismo” de esta obra, ”porque refleja el cambio de tendencia que se ha producido con respecto a Sandoval”.

La panera

Construida en 1789, fue originariamente un almacén de suministros, remanentes y excedentes de producción, como trigo, vino, frutos y todo lo que cosechaban en todas sus posesiones en la provincia, para los monjes que habitaban el monasterio de Santa María de Sandoval.

Tras la desamortización, una vez que fue abandonada, pasó a manos del Ministerio de Agricultura en 1835 y quedó en el olvido, dando lugar a un siglo de pillaje. No fue hasta 2017 cuando la Junta Vecinal de Villaverde de Sandoval firmó con el Ayuntamiento de Mansilla Mayor un convenio de cesión de uso compartido -no de posesión- del edificio, lo que permitió iniciar las labores para su rehabilitación.