Arrancan las obras para rehabilitar 154 viviendas en Ávila

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se acercaba hasta Ávila para conocer de primera mano los primeros pasos de las obras de rehabilitación del Área de Regeneración Urbana (ARU) «La Cacharra», donde se prevé la recuperación de 154 viviendas por un importe global a los 4,4 millones de euros.

Acompañado por el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera y la directora general de Vivienda, María Pardo, el consejero ha visitado las primeras 24 viviendas en ejecución, donde ha valorado de manera muy positiva la apuesta conjunta de las administraciones, tanto de la Junta, como del Gobierno así como los ayuntamientos de la Comunidad,

Suárez-Quiñones ha recordado que la senda de estas políticas de rehabilitación ha supuesto en Castilla y León una inversión cercana a los 310 millones de euros y la recuperación de 13.693 viviendas desde el año 1998.

Además, esta actuación contempla la mejora de equipamientos públicos como la plaza situada en el entorno de la calle Virgen de Valsordo, así como la remodelación de infraestructuras obsoletas, el tratamiento de zonas peatonales y espacios públicos y el acondicionamiento de espacios multiusos.

Además, también se busca «mejorar la habitabilidad» de las viviendas y actuar «en la accesibilidad», además de «dar más calidad y mejorar la cohesión del barrio» a través de la mejora de la apariencia de edificios y espacios públicos, ha señalado Suárez-Quiñones.

Durante la visita, el consejero explicó que se irán sacando las distintas convocatorias hasta alcanzar el total de 154 viviendas previstas. A las primeras obras en esas 24 viviendas le seguirán otras 24 en las calles David Herrero y Virgen de las Angustias, todo en un barrio, el de La Cacharra, formado por promociones de vivienda pública de los años 50 del siglo pasado, en el que existen 109 edificios con 616 viviendas y 1.802 habitantes y en el que están ubicados la guardería de La Cacharra y el colegio Reina Fabiola de Bélgica.

Por su parte, el alcalde de Ávila, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha destacado la importancia de esta actuación conjunta para el barrio y para la ciudad, lo cual va a permitir «mejorar la habitabilidad» de la zona y, por tanto, hacerla «más atractiva» para los vecinos, al considerar que se encuentra «deteriorada» y que «necesitaba esta intervención».

El lobo

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó jueves en Navarredonda de Gredos (Ávila) que la única moratoria que esperan del Gobierno en relación al lobo es la de su no inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Después de hacerse público que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto demográfico aprobó una moratoria en relación a la orden de protección.

Suárez-Quiñones aseguró que desconocen exactamente en qué consiste esa moratoria, pero que en cualquier caso “Castilla y León y las otras diez comunidades no vamos a admitir nada que no sea retirar la intención de incluir al lobo en el listado”.

“La moratoria tiene que ser desde la no orden ministerial de inclusión”, remarcó a preguntas de los medios el consejero, quien incidió en que, siendo así, seguirán ofreciendo su colaboración “en el marco de la Estrategia Nacional del Lobo de 2004” para “trabajar todos juntos a favor de la mejor gestión con las partes implicadas”. Por el contrario, “si es una moratoria en disposición transitoria publicando la orden e incluyendo al lobo en el Lespre no vamos a estar en absoluto de acuerdo”, avanzó.

Suárez-Quiñones aseguró que la inclusión del lobo en el citado listado significa que “los problemas que tiene Ávila con el lobo, de unos mil ataques a la ganadería, se van a extrapolar al norte de la comunidad, donde allí ahora sí puede ser objeto de una gestión vía caza”, algo que “no queremos”, indicó. “Aquí el 25 por ciento de los lobos causan el 75 por ciento de los daños y no queremos exportar ese modelo”, insistió el consejero, quien volvió a incidir en que “si perdemos la ganadería extensiva, perdemos riqueza y perdemos población”, algo que “va a en contra del Reto Demográfico”.