Medio ambiente
Los cazadores de Castilla y León celebran la nueva Ley de Caza y piden responsabilidad al Gobierno
“De nada nos sirve que esté bien cuando nos prohíben las especies por cuestiones ideológicas”
La Federación de Caza de Castilla y León ha celebrado este jueves la publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de la Ley de Caza y de Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León, pero han pedido “responsabilidad” al Gobierno Central con la prohibición de caza de especies como el lobo.
“Podemos haber conseguido una buena Ley para Castilla y León, pero de nada nos sirve si desde el Gobierno de la Nación y desde Europa nos prohíben las especies por cuestiones ideológicas”, han expresado los cazadores a través de un comunicado recogido por EFE.
Por este motivo, la Federación ha asegurado que no pueden exigir a su sector “la responsabilidad que no se ejerce desde el propio Ejecutivo”, ante la prohibición de una “especie en expansión que causa daños enormes a los ganaderos”, en referencia al lobo.
En cuanto a la ley autonómica, los cazadores han destacado que “siempre es bueno que sea respaldada por la mayoría de la ciudadanía representada en las Cortes”, como se ha hecho con esta ley, que ha salido adelante con el voto afirmativo de toda la Cámara menos los dos procuradores de Podemos.
Como ha destacado la Federación de Caza, la ley “reconoce la importancia de la caza desde el punto de vista cultural, económico, deportivo, turístico y social, siendo además un recurso que puede y debe contribuir a fijar población, desarrollar el medio rural y favorecer el equilibrio ecológico de las especies”.
“Podemos decir que la necesidad de la ley se sustenta en regular de nuevo la actividad para reforzar dos aspectos fundamentales: el ordenado aprovechamiento de los recursos cinegéticos y el control de especies que se encuentran en situación de excesiva densidad poblacional”.
Todo ello, han precisado, tras “las grandes variaciones producidas como consecuencia de la evolución y el vacío de nuestros pueblos”. Asimismo, han precisado que los cambios de usos agrícolas y el abandono rural han llevado a las poblaciones cinegéticas a una “enorme paradoja”: poblaciones “descontroladas” de especies de caza mayor y descenso de las poblaciones de menor, fundamentalmente de aves esteparias.
Del mismo modo, han significado que esta ley “mejora sustancialmente” la relación entre la administración y el cazador, ya que es “más racional con la práctica diaria de la actividad, que se facilita en términos generales”.
Por otra parte, “es aún más exigente en la fiscalización de la densidad de las poblaciones cinegéticas y sus aprovechamientos que, en algún caso, se puede considerar severa”.
Finalmente, la nueva norma recoge algunas reivindicaciones “históricas” del sector, y establece como infracción grave la perturbación de las cacerías o la entrada en la zona señalizada de montería por terceras personas, determina las condiciones de caza con niebla o nieve, permite al cazador cruzar los caminos con el arma asegurada pero cargada cuando no haya personas a la vista, elimina los ríos y arroyos como zonas de seguridad, agiliza los trámites administrativos y recoge la obligación de la Administración de colaborar con los cotos.
También establece obligaciones a terceros en relación con las especies cinegéticas, como la de preaviso por parte de los agricultores antes de reclamar daños a cultivos, la de los titulares de vedados y zonas de seguridad para evitar daños en las fincas limítrofes, o la de los titulares de los canales de riego para evitar muertes por ahogamiento de las especies, han resumido.
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