Familia

Se amplía el paraguas protector a las víctimas de violencia de género

La consejera Isabel Blanco presenta el anteproyecto de ley de atención integral con el “firme propósito de luchar contra esta lacra” en Castilla y León

La consejera Isabel Blanco presenta el anteproyecto de ley de atención integral a las víctimas de violencia de género
La consejera Isabel Blanco presenta el anteproyecto de ley de atención integral a las víctimas de violencia de géneroWellington Dos Santos PereiraAgencia ICAL

La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades amplía el paraguas protector a las víctimas de violencia de género gracias a un nuevo reglamento de atención integral, que ha contado con las propuestas del Diálogo Social y de 78 entidades. “Un fuerte compromiso del Gobierno de Fernández Mañueco en la lucha contra esta lacra”, tal y como señalaba la consejera de Familia y de Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, durante su presentación.

Son tres los pilares, como ha detallado Blanco, en los que se sustenta la nueva normativa. El primero es la propia actualización de la norma para dar encaje en ella a la realidad social vigentes. Un segundo que incide en la prevención, detección y evaluación como herramientas fundamentales para avanzar en la lucha contra la violencia de género y un tercer que modifica los modelos de atención a las víctimas, al pasar de un enfoque exclusivamente asistencialista a otro más avanzado.

Un anteproyecto que tipifica cuatro nuevas formas de violencia de género y que actualiza otras para adecuarlas a la realidad social. En el primero de ellos se ubica la “violencia digital” o la “violencia vicaria”, a la que se suman la “violencia de segundo orden” y la “institucional”.

La ley determina que la Junta aprobará cada cuatro años, un plan integral de sensibilización y prevención que abordará, entre otros aspectos un estudio diagnóstico de la situación; la identificación y recopilación de las buenas prácticas y experiencias en materia de prevención y erradicación de la violencia de género; acciones para el fomento de la igualdad entre mujeres y hombres y la modificación de patrones sexistas; la prevención de todas las formas de violencia y desigualdades de género; y la elaboración, implantación y actualización de protocolos de actuación en diversos campos.

Este plan recogerá también medidas dirigidas a la formación y especialización de profesionales de distintos ámbitos, tales como el sanitario, policial, social, educativo, judicial, laboral, psicológico y de los medios de comunicación, al tiempo que se impulsará la inclusión de módulos sobre la detección y atención a las víctimas de violencia de género en cursos que organicen instituciones públicas y privadas.

Junto a esto, se prevé la realización de estudios sobre las causas y consecuencias de la violencia de género, también analizada en el medio rural, y la promoción de investigaciones en el ámbito universitario que ayuden a mejorar la prevención, la atención y la efectividad de la recuperación en situaciones de violencia de género.

Por su parte, la innovación tendrá como objetivo definir y ensayar estrategias y metodologías novedosas, inclusivas y accesibles, que ayuden a erradicar la violencia de género. La Junta convocará anualmente los premios a la innovación en la lucha contra la violencia de género, con el objetivo de fomentar y reconocer la creación de proyectos que contengan respuestas innovadoras ante los contextos desafiantes que favorecen la violencia de género, así como nuevos enfoques que supongan una mejora y avance en la lucha contra esta lacra.

Una vez detectada una situación de violencia de género, se pasa a la siguiente fase de derivación de la víctima para ofrecerle una atención integral, que se prestará bajo los principios de prevención, solidaridad, transversalidad, planificación, profesionalidad, carácter multidisciplinar, calidad y coordinación.

Estos apoyos se canalizarán a través de la Red de Atención General –integrada por los centros y servicios destinados a víctimas de violencia de género no afectadas por una doble vulnerabilidad– y de las Redes de Atención Especializada –orientadas a los cuidados de mujeres que, además de sufrir violencia de género, padecen algún tipo de discapacidad, enfermedad mental grave, adicciones o trata y explotación sexual–.

Esa intervención de las redes especializadas constituye otra de las novedades más destacadas que incorpora este texto con respecto al anterior del año 2010, a lo que se une la creación de servicio de atención psicológica a hombres que ejerzan violencia contra las mujeres, con el reto de modificar sus comportamientos, que también desarrollará programas de tratamiento para prevenir la reincidencia.