Castilla y León protege al urogallo cantábrico para que pueda procrear

El Gobierno de Castilla y León protege al urogallo del Cantábrico en esta época en la que se encuentra en celo para intentar frenar el declive poblacional de esta especie amenazada pero vital en el ecosistema y hábitat de la zona en la que se encuentran principalmente la mayoría de ejemplares, entre los términos municipales de Palacios del Sil y Villablino, en tierras leonesas.

Así, desde este martes y hasta el último día de este mes de mayo, la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León ha limitado el acceso, tránsito y estancia de personas en las áreas críticas definidas en el Plan de Recuperación del Urogallo Cantábrico ubicadas en estas dos localidades de la provincia de León.

No en vano, esta población silvestre se encuentra por debajo de los 200 ejemplares y en este periodo los machos y las hembras de urogallo se reúnen en enclaves que recogen características adecuadas de hábitat. Es al atardecer cuando los machos llegan a su punto elegido para el celo, donde duermen, y al amanecer comienzan a reclamar a las hembras con su canto característico. Por ello, en horario de 23.00 a 9.00 horas no se podrá acceder a estas zonas. Debido a la concentración de ejemplares alrededor de los cantaderos, la existencia de molestias en esta época es muy perjudicial para la reproducción, ya que “podría conllevar el abandono de las zonas de canto por los machos y las hembras”, según advierten fuentes de la Junta.

El Plan de Recuperación del Urogallo Cantábrico recoge medidas para la protección del urogallo, entre ellas la posibilidad de regular el acceso por caminos, pistas y la restricción de accesos a las áreas críticas. El incumplimiento de estas medidas está tipificado como infracción grave a la Ley 4/2015, de 24 de marzo, de Patrimonio Natural de Castilla y León, y puede conllevar multas desde los 5.001 hasta los 200.000 euros.

La norma aprobada va dirigida a los visitantes, no afectando estas limitaciones a los propietarios de los terrenos, ni a los titulares de derechos sobre su uso, en particular los vecinos que participen en los aprovechamientos vecinales, ni a los titulares de otros aprovechamientos, ni a los responsables del mantenimiento de los servicios públicos municipales o de vigilancia, ni a las personas que participen en otros trabajos expresamente autorizados por la administración, que tendrán libre acceso a dichas zonas para el desarrollo de las actividades permitidas.

De manera simultánea a la regulación del acceso, se ha establecido un operativo para la vigilancia de la zona, con la participación de agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y las patrullas oso y urogallo de la Fundación del Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León. Igualmente, se han colocado señales en los accesos para informar a los visitantes sobre la regulación temporal que se aplica.