Traspinedo vuelve a recordar a Esther López y a reclamar justicia

La localidad vallisoletana de Traspinedo volvió a recordar hoy a a Esther López, la joven que desapareció hace cuatro meses y que 24 días después apareció muerta en una cuneta cercana al municipio. Los vecinos aprovecharon la concentración para mostrar su apoyo a la familia y reclamar justicia, puesto que el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, encargado de la investigación sobre su muerte continúa las diligencias en las que figuran como investigadas tres personas pero sin ningún detenido, hasta el momento.

El acto tuvo lugar a las 19 horas en la plaza Mayor de Traspinedo, con la presencia del alcalde del municipio, Javier Fernández, y vecinos que portaron cartulinas con la fotografía de Esther en las que se reclamaba justicia. Al igual que en otras concentraciones de recuerdo a la joven, finalizó con un minuto de aplausos en su memoria.

Fue un12 de enero, miércoles, cuando la mujer salió de su casa situada en Traspinedo (Valladolid), una localidad de unos mil habitantes donde algunos testigos la situaron la madrugada del día 13, sin que desde entonces volvieran a verla con vida.

Cinco días después de la desaparición, la familia denunció que no había regresado y desde entonces la Guardia Civil puso en marcha la investigación dirigida a localizarla, una búsqueda en la que también se implicaron los vecinos del municipio, con el desarrollo de cuatro batidas en el pueblo, separado unos veinticinco kilómetros de Valladolid capital.

Ninguna de las batidas dio como resultado el hallazgo del cadáver y tampoco el empeño del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas del instituto armado rastreando el río Duero, los perros adiestrados, los drones, un helicóptero ni otros medios de distintas unidades de la Guardia Civil.

Fue un senderista el que encontró el cadáver el sábado 5 de febrero, al parecer cerca de donde se perdió el rastro de la víctima, en una cuneta, en la misma localidad en la que ella residía. Cómo pudo haber estado ahí el cuerpo después de cuatro batidas y de las veces que los paseantes caminaron por la zona de manera habitual, se preguntaron vecinos de Traspinedo.

Se mantiene así la incógnita aún hoy acerca de si el cadáver permaneció en la cuneta desde la desaparición de Esther o si alguien pudo ponerlo posteriormente donde fue localizado.

El pasado mes de abril la Guardia Civil llevaba a cabo varios registros en domicilios de la localidad vallisoletana de Transpinedo además de llamar a varios vecinos del pueblo para prestar declaración. Y fue precisamente al último amigo que estuvo con ella el principal sospechoso, pasando por numerosos interrogatorios y prestando declaración en el juzgado, que decretó que siguiera en libertad al no existir un relato de cómo sucedieron los hechos y lo que existen son indicios o sospechas que obligan a seguir investigando.