Tribunales

Vuelve a archivarse la investigación sobre las desaparición de las niñas de Aguilar en 1992

En el auto, la jueza, que abrió el caso hace un año ante la aparición de un nuevo testimonio, afirma que no se ha podido justificar la perpetración del delito

El Juzgado reabre el caso de las niñas de Aguilar desaparecidas en 1992
El Juzgado reabre el caso de las niñas de Aguilar desaparecidas en 1992La RazónLa Razón

Finalmente, y después de que el caso volviera abrirse hace un año al conocerse un nuevo testimonio, el Juzgado de la localidad palentina de Cervera de Pisuerga ha decidido archivar las actuaciones para averiguar lo que ocurrió con las dos niñas de Aguilar de Campoo que llevan desaparecidas desde 1992 cuando fueron a pasar la tarde a Reinosa (Cantabria) y nunca regresaron a su casa, al no constar “autor conocido en la perpetración de los hechos”.

La jueza, que ordenó la reapertura de las investigaciones sobre la desaparición de Virginia Guerrero y Manuela Torres, de 14 y 13 años, ha acordado el sobreseimiento provisional de las actuaciones “no constando autor conocido en la perpetración de los hechos objeto de denuncia” y ha decidido decretar el archivo de las actuaciones, según el auto judicial facilitado por el TSJCyL, que, sin embargo, aún puede ser recurrido.

De hecho, la abogada Carmen Balfagón, que representa a las familias, en declaraciones a Efe ha anunciado que recurrirán ante el Juzgado la decisión de sobreseer la investigación que les “ha caído como un jarro de agua fría” y que agotarán todas las vías posibles hasta llegar a esclarecer la desaparición de Virginia Guerrero y Manuela Torres, de 14 y 13 años.

La jueza del Juzgado de Cervera de Pisuerga pidió en mayo de 2021 a la Guardia Civil de Palencia que investigara una nueva línea abierta a raíz del testimonio de una mujer que cuando era niña vivió un caso similar al de Virginia Guerrero y Manuela Torres.

Concretamente, esta mujer relató en televisión como años antes de la desaparición de las niñas, cuando ella tenía 13 años, se subió al Seat 127 de un vecino de Aguilar de Campoo que se abalanzó sobre ella y la intentó agredir sexualmente, aunque entonces, por miedo, no lo denunció.

Lo último que se sabe de las niñas es que pasaron la tarde en Reinosa, estuvieron en una discoteca y en un parque y se las vio haciendo autostop y subiéndose a un Seat 127 color blanco o crema.

Ahora, se ha vuelto a acordar el sobreseimiento provisional del procedimiento, como ya se hizo en 1992, ya que “no se ha podido justificar la perpetración del delitoni existen indicios de criminalidad contra una persona determinada”.

Como consta en el auto, desde la reapertura del procedimiento se han desarrollado tres líneas de investigación y se ha investigado a tres hombres que han sido descartados como sospechosos después de desplegar un dispositivos de seguimiento sobre sus vehículos, realizar escuchas autorizadas a sus números de teléfono y tomar declaración a los sospechosos y a su entorno.

De esta forma se ha vuelto a descartar al que fue el principal sospechosodurante las investigaciones realizadas en 1992 y al hombre objeto de investigación a raíz de la nueva línea abierta recientemente por el testimonio de la mujer.

La Guardia Civil concluye que no hay indicios de que esta persona pueda tener relación con la desaparición de Virginia y Manuela en 1992.

Además, la jueza rechaza las diligencias y testificales solicitadas por la representación de las familias al entender que “no van a aportar datos significativos y relevantes” a la investigación.

La jueza considera que “no tiene ningún sentido” volver a repetir una investigación que “colma las exigencias razonables de la instrucción judicial” y sobresee provisionalmente las actuaciones procediendo al archivo del procedimiento.