La Junta celebra el acuerdo en Siro y reivindica su gestión

La Junta de Castilla y León celebra el anuncio del acuerdo que permitirá mantener la actividad de las fábricas de Siro y los más de 1.700 puestos de trabajo que dependen de la galletera.

Un acuerdo sobre el nuevo plan de competitividad que presentaba la empresa respaldado por el fondo de inversión Davidson y Afendis, que aportarán al menos 112 millones de euros para dar liquidez inmediata a la empresa y que recupere la actividad, que se ratificaba por mayoría de los trabajadores este sábado en las asambleas celebradas en los centros de trabajo de la compañía, y que se dará a conocer este lunes en su totalidad.

Si bien, según desvelaba la ministra Reyes Maroto este plan de viabilidad, “la única alternativa existente a la quiebra”, según advertía, incluye una mejora del poder adquisitivo en un 8 por ciento tras cuatro años de contención salarial, ofrece mejores bajas incentivadas y, además, da dos años más de vida a la fábrica de Venta de Baños quela empresa quería cerrar al principio en el primer plan de competitividad que la mayoría de los trabajadores rechazaron.

En concreto, los de las dos plantas de Venta de Baños y Toro, ya que la de Aguilar de Campoo sí que aceptó las condiciones, pero no fueron suficientes sus votos para que ese primer plan fructificara

Dicho esto, para la Junta de Castilla y León lo más importante es que se ha conseguido salvar esta crítica situación y que los trabajadores mantendrán el puesto de trabajo y las fábricas seguirán funcionando.

Desde la Consejería de Empleo e Industria que dirige Mariano Veganzones, de Vox, defienden la gestión realizada por la Junta durante meses en una la labor coordinada junto a Economía y Hacienda, que dirige el popular Carlos Fernández Carriedo, y Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, con Gerardo Dueñas, también de Vox, al frente, que ha sido “clave” para que el inversor, Davidson y Afendis, retomara las negociaciones para optar así por su entrada en el accionariado de Ceralto Siro Foods.

“El Gobierno de Castilla y León ha estado trabajando durante meses en iniciativas y propuestas de manera honesta y sin estridencias para mantener la actividad industrial de una empresa estratégica para la Comunidad”, aseguran desde la Consejería de Empleo e Industria en un comunicado al que ha tenido acceso este periódico, donde recuerdan que la creación de un entorno favorable entre todas las partes implicadas ha sido uno de los objetivos de la Junta para evitar la pérdida de empleo que habría implicado el cierre de la empresa galletera.

El departamento de Industria lamenta la negativa del Gobierno central a trabajar de manera conjunta y coordinada con la Junta “por su afán por capitalizar el acuerdo”, e insiste en que la Junta de Castilla y León “siempre ha puesto por delante los intereses de los castellanos y los leoneses y ha posibilitado que el acuerdo entre la empresa y el inversor se haya concretado”. Es más, señalan que la mediación de la cartera de Industria ha sido “esencial” para que el rescate de una empresa que es referencia y seña de identidad de la economía de nuestro territorio se encuentre mucho más cerca.

Veganzones muestra una vez más su disposición a la empresa Siro para empezar a ejecutar las medidas y planes de bienestar y movilidad para los empleados de todas las plantas de la empresa. “Se trata de una gran noticia porque supone mantener todos los puestos de trabajo y dar un futuro a una compañía que estaba abocada al cierre”, destacaba el consejero, quien recuerda que han hecho todos los esfuerzos que han estado a nuestra mano para llegar a esta resolución satisfactoria, y que seguirán trabajando y apoyando en la medida de sus fuerzas y con todos los instrumentos que tienen a su alcance para que esta compañía “siga teniendo un gran futuro” en Castilla y León.

Unas declaraciones con las que la Junta contesta a las críticas por parte del PSOE, principalmente, que había acusado a la Junta estos días de no hacer nada y habían pedido a Mañueco y su Gobierno que se apartaran de las negociaciones para no estorbar, así como a las del líder de CCOO en Castilla y León, Vicente Andrés, que hablaba de ganadores y perdedores en este conflicto laboral.

Los ganadores, según el sindicalista, son los trabajadores y el Gobierno por su gestión en la crisis, y los perdedores, la Junta de Castilla y León y Vox. Además, aseguraba que el Gobierno regional “ha hecho el ridículo” en esta crisis, “dejando morir un proyecto empresarial por poner delante los intereses del empleo su estrategia obsesiva de acabar con el sindicalismo”.

Para Izquierda Unida en Castilla y León, el conflicto en Siro también deja en mal papel a la Junta, con un consejero de Industria que, según su líder, Juan Gascón, “ha sido incapaz de hablar con la ministra del ramo para buscar una solución al problema y que no se ha reunido con los trabajadores que llevan desde octubre buscando una solución”. Gascón denuncia que a Vox, que califica de extrema derecha, “ha demostrado que se le dan bien las campañas electorales y el populismo, pero ante problemas concretos no es capaz de buscar una solución”.

Tarde rocambolesca

El conflicto de intereses se ponía de relieve en la tarde del viernes a las puertas de la delegación del Gobierno en Valladolid, donde la propia delegada Virginia Barcones invitaba a los representantes de los trabajadores, que tenían un encuentro con miembros de la Junta, en la Consejería de Economía y Hacienda, a trasladarse en autobús hasta la capital de España para conocer de boca de la ministra Reyes Maroto, la nueva y mejorada oferta de estos fondos de inversión.

Tras varios minutos de incertidumbre, los representantes de los trabajadores decidían, tras una llamada al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, mantener esta primera toma de contacto, con los consejeros Carlos Fernández Carriedo, Mario Veganzones y Gerardo Dueñas, a la que se sumaba minutos más tarde, y entre gritos de trabajadores que esperaban a las puertas, el presidente de Cerealto Siro, Juan Manuel González Serna.

Tras apenas una hora de reunión los dirigentes laborales daban concluida la reunión, al señalar que la Junta carece de una «propuesta inversora» para solucionar esta crisis de la galletera, por lo que decidían desplazarse a eso de las siete de la tarde en dirección a Madrid.

“Vámonos para Madrid, que es donde está la pasta”, decía alguno de los trabajadores que estaban en las puertas de la Consejería pendientes de subirse al bus que la propia Delegación del Gobierno había fletado para trasladar a parte del comité de empresa al Ministerio para avanzar en ese acuerdo con el grupo inversor.

“La Junta y el presidente de Siro no tenían ninguna oferta que trasladar al comité de empresa. La oferta está en Madrid”, apuntaba el portavoz del comité de empresa de la planta de Aguilar de Campoo (Palencia) Alfredo Alonso.

Mientras esto ocurría, el consejero Fernández Carriedo, se congratulaba de la «oferta» y destacaba el esfuerzo de la Junta por alcanzar la mejor solución para los empleados, y . Y sobre la capitalización de las negociaciones, aseguraba que la Junta “no está en las fotos, sino en las soluciones y vas donde se la invita”.