Curiosidades
Los gentilicios más curiosos: ¿Sabe quienes son los ballenatos o los alpabardos?
Castilla y León cuenta con algunos de los más singulares y sorprendentes
Castilla y León es la región más extensa de la España autonómica. No en vano, cuenta con 2.248 municipios dispersados a lo largo y ancho de 94.226 kilómetros cuadrados, que no se consiguen poblar con los 2,4 millones de habitantes censados de que dispone, siendo también uno d elos territorios más despoblados, sobre todo en las provincias de Soria, Zamora y Palencia. De hecho, la densidad de población de la comunidad castellano y leonesa es 25,48 habitantes por kilómetro cuadrado, casi setenta puntos por debajo de la media nacional.
Pero, sin embargo, tanta extensión territorial y elevado número de municipios tiene, por su parte, sus ventajas para Castilla y León, sobre todo por la riqueza cultural o patrimonial que aportan a esta Comunidad Histórica, que también se pone de manifiesto en los nombres de las localidades y en cómo se llaman o se denominan a quienes han nacido en cada uno de ellos: los conocidos como gentilicios.
Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) gentilicio es, dicho de un adjetivo o de un sustantivo, lo que denota relación con un lugar geográfico, pero también aquello que pertenece o se refiere a las gentes o naciones, así como al linaje o la familia.
Muchos de ellos son sorprendentes, aunque también los hay curiosos y singulares e incluso raros. Si bien la mayoría, son obvios y salen por sí solos sin tener que pensar mucho en ellos, solo con razonar un poco.
Ahí van algunos de ellos:
Alpabardo es un pez marino de cuerpo muy alargado y delgado, también llamado sauro, pero, además, en España puede significar atontado, abobado, bobo o, simple, y se usa como gentilicio de quienes nacen en la localidad zamorana de Santa Colomba de Sanabria.
También de tierras zamoranas están los fuentelapeñinos, de Fuentelapeña; los toresanos, de Toro; o los peñausendinos, de Peñausende.
En Ávila, por ejemplo, son hoyancos, los de Poyales del Hoyo; beguellinos los de Avellaneda; covacheros los de Cuevas del Valle, por citar algunos más complicados, ya que los de El Tiemblo, son temblenses o los de Gavilanes, gavlaniegos.
De Burgos, por ejemplo, son aguiluchos, los de Aguilar de la Bureba; raudenses, los de Roa de Duero; gorretes, los de Mahmud; beliferanos los de Belorado; arandinos, los que han nacido en Aranda, junto al Duero; o jabalís, los de Arraya de Oca, en la comarca de los Montes de Oca. A los del Condado de Treviño se les conoce como treviñeses pero a los de Cuevas de San Clemente, les llaman raposos, y guiletos, a los de Mecerreyes;mientras que a los de Cogollos, cogollenses. También es singular el gentilicio de los nacidos en Frandovínez, en el alfoz de Burgos, a quienes conocen por ballenatos, así como bubillos a los de Fuentespina.
En León, tenemos a los maragatos de Astorga; los gordoneses del Valle de Sajambre: o los barriolenses, de Barrios de Luna; o los algadefudos, de Algadefe; o los curticeros de Rodiezmo.
En Palencia, son aguilarenses, los nacidos en Aguilar de Campoó, también conocidos como galleteros ,por las fábricas de Gullón o Siro, allí implantadas; y eldanensea o botijeros, los que llegaron a este mundo en Dueñas.
En Salamanca están los aldeadavilucos, de Aldeadávila de la Ribera; los albercanos de La Alberca, la tierra del cerdo; así como los mirobrigenses, de Ciudad Rodrigo; sin olvidarnos de los garcibueños, de Garcibuey; o los mirandeños, de Miranda del Castañar, no confundir con los burgaleses de Miranda de Ebro, que son conocidos como mirandeses.
De Valladolid, son fáciles de sacar, los laguneros, de Laguna de Duero; alejanos, los de Alaejos; o peñafielenses y medinenses, los de Peñafiel y Medina del Campo. A los de Tordesillas se les conoce como tordesilanos, pero también torresilanos.
En Segovia están los bernardinos, de Bernardos; los carbonerenses, de Carbonero el mayor; y garcillanenses, los de Garcillán.
Y en Soria, tenemos a los numantinos, de la capital; los olvegueños, de Ólvega; o a los Sanleonardinos, nacidos en San Leonardo de Yagüe junto al Cañón del Río Lobos.
También ha gentilicios para referirse a los que viven en determinados territorios o zonas, incluso de varias provincias. Es el caso de los Pinariegos, que así se conocen a los que han nacido en municipios de la Tierra de Pinares, en Burgos o Soria, como es la localidad de Vinuesa; los Terracampinos, que son los que nacieron en pueblos de esta zona en León, Palencia, Valladolid o Zamora; o el Paramés, de Santa María del Páramo leonés
E incluso el propio término de castellano y leonés o castellanoleonés tiene distinto encaje según la Real Academia Española de le Lengua o el Estatuto de Autonomía de Castilla y León. La primera prefiere que se utilice el término «castellanoleonés» porque refleja de forma inequívoca la alusión a una entidad unitaria desde el punto de vista tanto político como económico. Y en el caso del segundo, se interpreta como dos entidades independientes unidas por una conjunción.
✕
Accede a tu cuenta para comentar