Sociedad

Los abogados del padre de Olivia estudian acciones legales contra el TSJ de Castilla y León

Los letrados denuncian que haya hecho pública la condena “mínima” impuesta al progenitor en 2020 por un delito de malos tratos y que haya omitido los de “absolución”

Ignacio Blanco y Daniel Labrador, abogados que representan a Eugenia García, padre de la niña de 6 años asesinada supuestamente a manos de su madre en GijónIGNACIO BLANCO04/11/2022
Ignacio Blanco y Daniel Labrador, abogados que representan a Eugenia García, padre de la niña de 6 años asesinada supuestamente a manos de su madre en GijónIGNACIO BLANCO04/11/2022IGNACIO BLANCOIGNACIO BLANCO

Los abogados del padre de Olivia, la niña de 6 años presuntamente asesinada por su madre en Gijón, están valorando la posibilidad de interponer acciones contra el Tribunal Superior de Justicia de Castilla (TSJCyL) tras hacer pública la condena de nueve meses de cárcel impuesta al progenitor en 2020 por un delito de malos tratos.

Los dos letrados, Daniel Labrador e Ignacio Blanco, presidente este último de Vox en Asturias, han leído este viernes un escrito en Gijón en el que han denunciado que la información facilitada por el tribunal es “interesada y sesgada”, al centrase “en el único pronunciamiento de condena, omitiendo los de absolución, a pesar del calvario judicial” sufrido por Eugenio García desde que propusiera el divorcio a la madre de la menor, en prisión provisional desde el miércoles como supuesta autora de un delito de asesinato. ”Su madre, única responsable nos la arrebató, señalan, en declaraciones recogidas por Efe.

Además, denuncian un sistema judicial “imperfecto” y una ley de violencia de género “que acaba con la presunción de inocencia del varón”.

Según los abogados, García fue condenado por el Juzgado de lo Penal de Segovia por un delito malos tratos en su pena mínima, por la “mera declaración” de su exmujer, y fue absuelto “respecto al resto de delitos por el que se le acusaban”.

Los abogados han asegurado que, en los propios términos empleados por la sentencia de 11 de febrero de 2020, el testimonio de la madre de Olivia presentaba “contradicciones” y “lagunas”, en torno a “un hecho aislado sobre el que señor García siempre ha defendido su inocencia, hasta el punto de que un juez le otorga finalmente la guardia y custodia de la niña, la pasada semana”.

“Resulta evidente que con quien corría peligro la niña era con su madre”, afirman los abogados, quienes advierten de que todos los días en muchos juzgados de toda España se repite “la perversión de que un hombre tenga que acreditar en la intimidad familiar que no ha maltratado a su pareja, pero la mujer no tiene nada que acreditar”.

Ambos letrados insisten en que lo que se juzga actualmente es el presunto asesinato de una niña de 6 años por su madre, que “sirviéndose de la confianza de su hija, presuntamente la intoxicó para asesinarla, mediando el engaño en la alimentación, prevaliéndose de su superioridad y violando el íntimo vínculo materno filial de confianza por el que ningún niño espera que su madre lo asesine”.

Calvario judicial

El padre ha sufrido un calvario judicial en los últimos cinco años para poder estar con su hija, a la que solo podía ver durante los fines de semana, pero alternos, uno sí y uno no, además de una sola tarde a la semana.

Más de 1500 días de pelea y batalla constante, de impedir a Eugenio ver o hablar con su hija, de denuncias falsas, de una guerra injustificada, que ha finalizado con este triste final justo cuando el padre acababa de conseguir la custodia y su hija se había despedido de él cuando fue a pasar el fin de semana con su progenitora con un hasta el martes papá.

Y es que durante este último lustro luchando por la custodia de Olivia, Eugenio ha tenido que padecer de la madre de la menor, Noemí, cerca de una treintena de denuncias falsas por malos tratos e incluso alguna por abuso. «Lo denunciaba hasta por respirar, era un sinvivir», apuntan en el entorno de Eugenio. Pero no sólo a él, si no también a otros familiares, como su propia abuela paterna. De hecho, la madre llegó a irse a vivir a Gijón sin el consentimiento del juzgado que llevaba la custodia y sin la del progenitor, por lo que la justicia obligó a la madre, dos meses después, a regresar a Segovia y a reintegrar a la niña en su vida escolar y familiar.

El pasado mes de agosto la progenitora volvía a hacer lo mismo y el padre puso en conocimiento del juzgado que su exmujer se había vuelto a llevar a Asturias a la pequeña. Fue la gota que colmó el vaso y la Justicia, entonces, decidió darla custodia al padre, con el derecho de visita de la madre los fines de semana y festivos.

Y es ahí cuando supuestamente Noemí decidió acabar con la vida de su hija. «Antes de dejarla con el padre, la mato», parece que escribió en un mensaje de móvil, según adelantó el periódico El Comercio.

Los hechos ocurrieron poco antes de la medianoche del domingo al lunes en un piso situado en el número 71 de la calle Gaspar García Laviana, en el barrio gijonés de El Llano, donde la mujer, Noemí, de 48 años, y su hija vivían desde hacía unos pocos meses.

Tras recibir una llamada en la que se alertaba de la desaparición de ambas, los agentes lograron entrar en el piso, ubicado en la cuarta planta, y encontraron a la niña ya fallecida, al parecer por la ingesta de fármacos, tendida en la cama junto a su madre.

La mujer indicó que había tomado pastillas y por ello fue evacuada, ya detenida, al hospital Jove de Gijón para su observación a lo largo de la noche, antes de ser trasladada al día siguiente a las dependencias policiales.

El padre de la menor fue alertado en su casa de Segovia por agentes de la policía, se trasladó conmocionado hasta Gijón, donde relató a los periodistas que el pasado viernes había obtenido la custodia tras un proceso que se había prolongado durante cinco años. La niña se quedó al cargo de la madre el pasado sábado y tenía pensado recogerla el martes para llevársela a Segovia.