Tribunales

Acepta ocho años de cárcel tras intentar matar a su mujer con un bate de béisbol en León

La pareja mantuvo una relación durante 25 años de la que nacieron dos hijos pero cuando ella intentó poner fin a la misma, en marzo de 2022, el acusado comenzó a amenazarla y a insultarla con mensajes

Audiencia de León
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Ocho años de prisión y 28 años de alejamiento a J.M.R.F., por intentar matar a su mujer, C.R.R., con un bate en la localidad leonesa de Bembibre. Esta es la sentencia que ha dictaminado este miércoles la Audiencia Provincial de León después de que el acusado haya llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que había pedido 13 años de cárcel en sus calificaciones previas, por lo que el juicio finalmente no se ha celebrado.

Así, el condenado ha aceptado siete años y seis meses por el delito homicidio en grado de tentativa con agravantes de parentesco y discriminación de género, además de otros seis meses por el de violencia habitual y 56 días por el de amenazas en el ámbito familiar.

Los hechos ocurrieron en el mes de julio del año 2022, cuando el condenado embistió a su pareja con el coche y trató de matarla golpeándole en repetidas ocasiones con un bate de beisbol.

También se le impuso una multa de 90 euros -repartidos en tres al día durante un mes- por un delito de lesiones, 56 días de trabajo en beneficio de la comunidad por un delito continuado de amenazas en el ámbito familiar y 20 días de localización permanente por un delito continuado de injurias.

Por todos los delitos citados, el tribunal impuso una orden de alejamiento a una distancia no inferior a 500 metros de la víctima durante un total de 28 años y seis meses. Además, el condenado deberá indemnizar con 32.395 euros euros a la que fuera su pareja “por las lesiones y secuelas físicas y por daños morales” y con más de 3.737 a la madre de esta “por las lesiones y secuelas físicas”.

Así fueron los hechos

Según las calificaciones de la Fiscalía, la pareja mantuvo una relación durante 25 años de la que nacieron dos hijos pero cuando la mujer intentó poner fin a la misma, en marzo de 2022, el acusado comenzó a amenazarla y a insultarla con mensajes.

El varón, según la Fiscalía, “controlaba de forma obsesiva” a su mujer y ejercía una “violencia psicológicas” que “también se concretaba en amenazas”, ya que le decía que “si no le obedecía le daría una hostia” o que “si le dejaba la mataría”.

Esta conducta “violenta y de control” se vio “incrementada” cuando C.R.R. decidió romper la relación, tras lo que JM.R.F. la buscaba en todo momento, utilizaba a su hija para saber de ella y publicaba estados de Whatsapp de contenido “vejatorio y amenazante” dirigidos a su expareja, con frases como ‘Eres una arruina vidas pero ya lo pagarás de alguna manera’ o ‘La liaste cojonuda, pero tranquila que arrieros somos y en el camino nos encontraremos’.

Además, en una llamada, le dijo que “anduviera con vista porque se la iba a preparar” y que si le denunciaba “se iba acordara de lo que iba a pasar” porque “no la iba a dejar tranquila, le iba a arruinar la vida e iba a hacer de su hija una puta como era ella”.

La agresión se produjo el 11 de julio cuando el acusado embistió la mujer y salió del coche para golpearla con un bate y algunos vecinos que presenciaron la agresión mediaron para salvarla.

Después de ello, se apeó, se dirigió al asiento del conductor, en el que se encontraba C.R.R., y comenzó comenzó a golpearla “con violencia desmedida” en la cabeza y en los riñones con un bate de madera de 47 centímetros, mientras gritaba que la iba a matar. También llegó a agredir con el bate a su madre, a la que tiró al suelo. Además, cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron a lugar de los hechos, JM.R.F. gritaba que “tenía que haberla matado”.