Cultura

El castillo español más bonito para la Inteligencia Artificial

Se construyó en el siglo XII y en él se inspiró Walt Disney

El Alcázar de Segovia recibe miles de visitantes todos los años
El Alcázar de Segovialarazon

Los castillos se han convertido en referentes turísticos de nuestro país. Su belleza e historia hacen que las fortalezas sean unos de los monumentos más visitados de España. Tal es su atractivo que la Inteligencia Artificial ha elaborado una lista con los diez castillos más bellos de España.

Diez fortalezas que llaman la atención, pero la elegida para liderar este ranking, como no podía ser de otra manera, es la segoviana Alcázar de Segovia: Su imagen ha dado la vuelta al mundo. Un singular castillo con apariencia de palacio de cuento de hadas, que aglutina gustos arquitectónicos de distintos monarcas y relata historias palaciegas a todos aquellos que se acercan a conocerlo.

Austero, como lo eran los reyes castellanos, elevado sobre la roca en la confluencia de los valles del Eresma y el Clamores, parece guardar la ciudad. Su bella Torre del Homenaje, a menudo comparada con la proa de un barco navegando entre los ríos, es de una belleza impresionante. Los turistas comprueban admirados que la fortaleza forma una parte viva de esta ciudad castellana, elegida como lugar de residencia por muchos de los monarcas de la dinastía Trastámara.

Es probable que la fortificación existiese ya en tiempos de la dominación romana, pues se han encontrado sillares de granito análogos a los del Acueducto. Hacia 1120, sobre el extremo occidental de la roca en que se asienta la ciudad, se edificó un barrio al servicio de los canónigos de la catedral de Santa María, conocido como “las Canonjías”. En el acta de donación de los terrenos por el Concejo al Obispo es donde se menciona, por primera vez, a nuestra fortaleza, más exactamente al “vallum oppidi”, o empalizada, que defendía a la ciudad por el lado oriental.

 

Pocos años después, entre 1124 y 1139, se registran en la documentación las palabras “castillo de Segovia” y “Alcaçar”, término éste que alude a su condición de fortaleza y residencia regia y que llegará hasta nuestros días. El rey Alfonso X “el Sabio” convocó Cortes en 1256, las primeras que tuvieron lugar en el Alcázar.

Entre los diez primeros también se encuentran otras fortalezas de Castilla y León: - Castillo de Coca (Segovia): La fortaleza de la localidad segoviana ocupa el quinto lugar. En el año 1453, don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, recibió el permiso del rey don Juan II de Castilla, para la construcción de este castillo. En el año 1473 se llevó a cabo su ejecución por el maestro alarife Alí Caro, a instancias del tercer señor de Coca Don Alonso de Fonseca, sobrino del Arzobispo. Comenzando así mismo la construcción del cuerpo central de la fortificación de planta cuadrangular y patio de estilo mudéjar, flanqueada por la Torre del Homenaje.

De los Fonseca el castillo pasó a la Casa de Alba, y en 1928 la Dirección General de Bellas Artes lo declaró Monumento Histórico Nacional, formando parte también del Tesoro Artístico Español. En 1954 pasó al Ministerio de Agricultura, cedido por los propietarios, para que se instalara en ese lugar una Escuela de Capacitación Forestal que sigue funcionando en la actualidad, siendo muy demandada por los alumnos de toda España.

El Castillo de Coca es considerado como una de las más hermosas muestras del arte gótico-mudéjar español. Su construcción asombra y enamora a quienes lo ven por primera vez, pues expresa en cada una de sus formas realizadas con el ladrillo, un conjunto arquitectónico original e imaginativo como pocos. Destaca la belleza singular de sus salas, en las cuales se ven representados hermosos motivos geométricos mudéjares realizados con estucos y pinturas, aportándonos así mismo un legado único e irrepetible.

 

Otra particularidad radica en no haber sido construido sobre un cerro como suele suceder con fortalezas de este tipo, su sistema defensivo aprovecha los escarpes del terreno, el cual sirve de asiento a este castillo, que se alza sobre un ancho y profundo foso. Una romántica historia de amor fue protagonizada por el marqués de Cenete, hijo del gran cardenal Mendoza, éste terminó escaldado por las brasas lanzadas desde las almenas, cuando pretendía a una dama de los Fonseca.

- Castillo de Peñafiel (Valladolid): En el noveno puesto del ranking se sitúa este imperial monumento del pueblo vallisoletano. El Castillo de Peñafiel comenzó a levantarse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Esta fortaleza medieval fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en todo un emblema para el enoturismo de la Ribera del Duero, al encontrarse ubicado en su patio sur el Museo Provincial del Vino.

Peñafiel constituyó junto con su castillo un punto fundamental en la línea defensiva del Duero, tanto para cristianos como para musulmanes allá por los siglos IX y X. Desde el cerro, el castillo dominaba los valles de los ríos Duero, Duratón y Botijas, y protegía a la población.

 

El Museo Provincial del Vino se instaló en el Castillo de Peñafiel en el año 1.999 y desde ese momento recibe una media de 100.000 visitas al año, unos números que han convertido a esta fortaleza en "lugar de peregrinación" para los amantes del turismo cultural y del enoturismo.

Una visita al Museo Provincial del Vino es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista las técnicas de producción y elaboración de alguno de los caldos más afamados del mundo. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales.

- Castillo de La Mota (Medina del Campo, Valladolid): La lista la cierra esta fortaleza de la localidad vallisoletana de Medina del Campo. Data del siglo XV. Reinando en Castilla Juan II comienzan las obras de construcción del actual castillo cuyos muros se adaptarán y apoyarán en las viejas murallas medievales del siglo XII. El rey Enrique IV terminará las obras del recinto interior del mismo y culminará la obra de la gran torre del Homenaje. Posteriormente, serán los Reyes Católicos quienes dotarán al castillo de una gran barrera defensiva con una moderna galería de tiro subterránea y excavarán el foso que circunda toda la construcción. Precisamente dicha obra será la que convertirá al Castillo de la Mota en una referencia entre todas las fortalezas de su época, configurándose como uno de los primeros castillos de toda Europa que se adaptó al uso de la artillería.

Además de su importancia militar y arquitectónica, La Mota encierra en sus muros un sinfín de historias y sucesos que dibujan el pasado de esplendor del edificio: su función de archivo de la Corona, el encierro de la princesa Juana, la huida de César de Borgia, su papel en la Guerra de las Comunidades, etc.

 

Con el paso del tiempo el castillo cayó en desuso debido al cual las instancias interiores originales se perdieron. A partir de su declaración como Monumento Nacional en 1904 se comienzan diversas obras de restauración y reconstrucción del edificio interior para albergar a partir de los años 40 la escuela de mandos de la Sección Femenina.

Hoy en día la fortaleza es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en ella se compaginan dos usos diferentes: la Consejería de Cultura utiliza las instalaciones interiores para realizar cursos, conferencias y otras actividades culturales de diversa índole; mientras que la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Medina del Campo desarrolla el uso turístico de la fortaleza.

El ranking de los diez castillos más bellos de la Inteligencia Artificial la completan la Alhambra de Granada en el puesto número 2, el Castillo oscense de Loarre en el 3, el Alcázar de Toledo en el 4, el Castillo malagueño de Grifalfaro en el 6, el Castillo conquense de Belmonte en el 7 y el Palacio Real navarro de Olite en el 8.