Patrimonio

Esta es la increíble calzada romana entre Segovia y Madrid

El recorrido consta de ocho kilómetros

Calzada romana de la sierra de Guadarrama
Calzada romana de Fuenfríalarazon

Todos los caminos conducen a Roma. Esta expresión indica que se “demuestra que hay muchas maneras de llegar a un mismo objetivo”, pero en realidad quería decir que la grandeza del Imperio Romano hizo que para llegar a su ciudad se hicieran muchas vías, que en la actualidad siguen operativas.

Se estima que el Imperio Romano contó más de 400 vías para comunicar Roma con todas sus provincias con una extensión próxima a los 70.000 kilómetros cuadrados. De hecho, las calzadas romanas se extendieron tanto por Europa como Egipto o Turquía. Pues España, no iba a ser distinto, después de los años que estuvieron en nuestras fronteras.

Y aunque parezca increíble que después de más de 2.000 años sigan vigentes esas carreteras, esto suce. Una de las más espectaculares es la que une Segovia con Madrid, denominada la calzada de Fuenfría, que Cruza la Sierra de Guadarrama.

La obra romana, muy transformada por las grandes reformas que sobre ella realizó Felipe V en 1722, data de la época del emperador Vespasiano, que gobernó entre los años 69 y 79 d. C.

El recorrido se recogía a finales del siglo III en el itinerario de Antonino, cuya Vía XXIV unía Emerita Augusta y Caesaraugusta, pasando en su parte central a través de Cauca, Miacum, Titulciam y Complutum. La aparición del miliario de Cercedilla en 1910 permitió a Antonio Blázquez adscribir con seguridad el paso de la Fuenfría a esta vía, aunque la reconstrucción que hizo del trazado siempre ha sido controvertida.

 

Una investigación llevada a cabo por Javier Rivas López, Jesús Rodríguez Morales e Isaac Moreno Gallo aseguraba que la calzada actual no coincide en todos los tramos con la calzada romana construida en el siglo I. Trabajos arqueológicos posteriores en esta zona han permitido separar la parte del antiguo trazado, que coincide en su parte superior con el camino viejo de Segovia, y separar los tramos originales de las reconstrucciones medievales y de la posterior calzada borbónica.

El 2 de julio de 1981 se incoó expediente para la declaración de la «Calzada Romana y los puentes de Enmedio, del Descalzo, de la Venta y del Reajo o del Molino» como conjunto histórico-artístico y arqueológico, mediante una resolución publicada el día 20 de ese mismo mes en el Boletín Oficial del Estado.

El recorrido, en perfecto estado, cuenta con unos ocho kilómetros. Se puede realizar durante todo el año y la duración es de una tres o cuatro horas. El punto de encuentro es el aparcamiento de Majavilán, en el paraje de Las Dehesas de Cercedilla

Después, el primer tramo, con algunos añadidos y restauraciones posteriores, es el mejor conservado y es una muestra de la impresionante obra arquitectónica civil que nos legó el Imperio. Hay tramos en los que la erosión de la lluvia ha dejado al descubierto los bloques de piedra y el trazado de la calzada forma grandes escalones.

El siguiente punto interesante de visita es la pradera de los Corralillos, con buenas vistas de la cuenta alta del valle de Guadarrama y grandes ejemplares de pinos, para dar paso al arroyo de la Fuenfría, y finalizar en el Puerto de la Fuenfría.

Pero esta calzada no es el único punto interesante del Valle de Fuenfría. Entre sus atractivos se encuentran numerosos arroyos que recorren esta zona ideal para los senderistas, entre los que destaca el arroyo de la Venta, al que atraviesan tres puentes romanos.

La vegetación en este paraje es muy abundante y el bosque de pino silvestre cubre la práctica totalidad de la superficie del valle. Existen árboles de hoja caduca en las riberas del arroyo de la Venta, junto con zonas de matorral de alta montaña por encima de los 2000 metros y roquedales a esa misma altitud.

En el límite sur del valle está el municipio de Cercedilla, un centro turístico muy transitado por montañeros y turistas. En este pueblo hay bastantes hoteles, albergues y restaurantes y, además, cuenta con una estación de tren en la que sale la línea C-9 de Cercanías Madrid, la cual llega al puerto de Navacerrada y al puerto de Cotos.

 

La gran afluencia de turistas y montañeros ha hecho necesaria la construcción, en el fondo de este valle, de información turística y medioambiental y dos áreas recreativas. En ellas hay aparcamientos, restaurantes, merenderos, senderos que recorren el valle y piscinas naturales construidas sobre el arroyo de la Venta. La mayor área recreativa de la zona corresponde a las Dehesas de Cercedilla, desde la que sale la calzada romana que recorre el valle y atraviesa el puerto de la Fuenfría.

Desde este lugar sale la Carretera de la República, una pista forestal famosa por sus miradores que lleva al puerto de la Fuenfría. En el arroyo de la Navazuela está la Ducha de los Alemanes, una cascada muy visitada por su belleza.