Opinión

Humanizar el mito

"Son historias, sus historias, y algunas de ellas verdaderas historias de superación hasta alcanzar lo que algunos denominan éxito"

Saúl N. Amado
Saúl N. AmadoAna Rodríguez de la Vega

Confieso que siempre me ha llamado la atención el perfil de los directivos del Ibex35. Conocer quiénes son -y no solo en el plano profesional-, saber si tienen alguna afición, qué hacen más allá de dirigir una empresa que cotiza en Bolsa, sus relaciones familiares, sus ideas, quizá sus hábitos diarios. Y siempre encuentro lo mismo: épica. Artículos chorreantes de erótica del poder, donde se refleja un perfil heroico del directivo hecho a sí mismo. Y he decir que me gusta leerlo.

Con la salida de Álvarez-Pallete de Telefónica, la sucesión de artículos sobre “el lado más personal” de Murtra o “de Talleres Escribano en Coslada a presidir Indra” acapara medios y redes. No es sensacionalismo. Tampoco prensa rosa -crónica de salones, vaya-. Quiero creer que es una forma de humanizar el mito y bajar al ámbito terreno ese halo epopéyico que difumina al individuo -mortal-. Son historias, sus historias, y algunas de ellas verdaderas historias de superación hasta alcanzar lo que algunos denominan éxito.

Nuevo rico o de cuna. Emprendedor nato o herencia familiar. Resiliente ante los fracasos o quinta generación de éxitos. Contraposiciones, al fin y al cabo, para conocer quiénes son y dónde te encuentras tú. Si les preguntas hace veinticinco o treinta años que dónde se veían en 2025, lo más probable es que ninguno en la cúspide del Ibex. O sí. Hay quien tiene las cosas -y la intuición- claras desde que es un impúber.

Entre procedimientos judiciales ya sentenciados en la prensa y amarillismo con finalidades divisorias, de vez en cuando disfruto leyendo sobre qué hay detrás de los sillones y los Consejos de Administración. Y a veces, incluso, encuentro personas que también discuten con sus parejas, deambulan con ropa de andar por casa por el salón y tienen un pueblo en el que refugiarse o disfrutar sus fiestas patronales. Y eso sí que no cotiza en Bolsa.