Sociedad

Manos Unidas promueve en Valladolid nueve proyectos para hacer frente a la pobreza

"Compartir es nuestra mayor riqueza", lema de la campaña de este año de recogida de colectas que se desarrollará mayoritariamente este domingo en todas las parroquias de Castilla y León

El vicario general de la Archidiócesis de Valladolid, Jesús Fernández Lubiano, el presidente de Manos Unidas en Valladolid, José María Borge, y el misionero Jorge López Martínez presentan la campaña de Manos Unidas contra el hambre.
El vicario general de la Archidiócesis de Valladolid, Jesús Fernández Lubiano, el presidente de Manos Unidas en Valladolid, José María Borge, y el misionero Jorge López Martínez presentan la campaña de Manos Unidas contra el hambre.Rubén CachoIcal

"Compartir es nuestra mayor riqueza". Este es lema escogido por Manos Unidas en su nueva campaña de lucha contra el hambre, que en el caso de Valladolid busca financiar hasta nueve proyectos en diferentes países por un global de 409.000 euros.

Una iniciativa que dará comienzo este viernes, con motivo del Día del Ayuno Voluntario, aunque la acción se centrará el domingo, donde las parroquias de Castilla y León con una colecta especial para apoyar el trabajo de la ONG.

"Queremos dar esperanza a millones de pobres en el mundo", aseguraba el vicario general de la Archidiócesis de Valladolid, Jesús Fernández Lubiano, al presentar la campaña que, según decía, busca también promover en la sociedad española actitudes y estilos de vida y consumos coherentes con una verdadera prosperidad compartida que tenga en cuenta las comunidades más vulnerables de la mano de la denominada como ‘Economía de Francisco’, un movimiento inspirado por el papa Francisco que busca promover un modelo económico más justo.

El presidente de Manos Unidas en Valladolid, José María Borge, por su parte, advertía de que la "búsqueda desenfrenada" de la prosperidad económica ha desplazado la auténtica noción del concepto, "priorizando la acumulación de riqueza sobre la calidad de vida de las personas y su bienestar".

En la campaña anterior, la Delegación de Valladolid recaudó 963.421 euros, de los que el 91 por ciento procedieron de aportaciones privadas, cuantía que fue destinada a la financiación por completo de once proyectos y la parte restante se destinó a la complementación de otras acciones nacionales.

De cara a 2025, Borge señalaba que los proyectos concedidos se dividen en nueve acciones diferenciadas, entre los que destaca el ‘Programa de lucha contra el maltrato de las mujeres y la infancia en el oriente de Guatemala’, con 71.970 euros asignados; ‘Empoderamiento comunitario de mujeres y niñas víctimas de explotación sexual en Davao’, en Filipinas con 61.672 euros; ‘Protección de la primera infancia en zonas urbano marginales del Callao-Fase II’, en Perú con 61.579 euros; o la ‘Mejora de las condiciones higiénico-sanitarias en escuela secundaria de Inharrime’, en Mozambique (60.081 euros).

“La verdadera prosperidad no es una acumulación indefinida de bienes materiales sino que se encuentra en vivir de manera digna junto a los demás, reconociendo la interdependencia y el cuidado de nuestra casa común y las personas que habitamos en ella”, apuntaba el presidente de Manos Unidas en Valladolid.

También participaba en la rueda de prensa el misionero y sacerdote burgalés, Jorge López Martínez, quien explicaba su experiencia en Zambia y los proyectos beneficios llevados a cabo en la comunidad gracias a la financiación de Manos Unidas.

Además de proyectos de cuidados de las tierras, de apoyo sanitario o de formación en oficios, López se centró en el ámbito educativo de la infancia y juventud, una acción que dio comienzo con la puesta en marcha de una pequeña guardería para que los niños pudieran asistir a la misma mientras sus progenitores trabajaban durante la jornada.

Dicho proyecto fue acogido de buena gana y tras dos años, los propios padres solicitaron la posibilidad de poner en marcha una escuela, la cual, tras seis años, se ha convertido en un punto en el que estudian hasta jóvenes de 18 años, según decía el religioso. "Todo ello -continuaba- gracias a Manos Unidas en un proceso de apoyo y de implicación de la comunidad, porque la escuela fue construida entre todos mano a mano".