Curiosidades

El pueblo medieval y milenario más visitado por su singular "Skyline"

Con pasado visigodo e islámico, esta Villa soriana y pinariega merece una visita para disfrutar de su arquitectura popular

Imagen de las chimenas cónicas pinariegas sobre las casas de Calatañazor
Imagen de las chimenas cónicas pinariegas sobre las casas de CalatañazorEduardo OrtinLa Razón

Castilla y León cuenta con una amplia y variada arquitectura popular a lo largo y ancho de su extensa geografía donde confluyen diferentes estilos, y puede presumir de contar con lugares con espectaculares líneas de cielo en su medio rural.

Es el caso de la provincia de Soria, donde hay un pueblo ubicado en plena zona de Pinares, con mucha historia a sus espaldas, desde visigoda a islámica, donde el tiempo se ha detenido en la época medieval. Una villa bautizada por los árabes como Qalat an-Nusur (Nido de águilas) hace más de un milenio al situarse más de mil metros por encima del nivel del mar y por erguirse sobre una roca desde la que domina las Tierras del Burgo.

Un municipio que incluso el mítico cineasta y locutor de radio Orson Welles usó como escenario de «Campanadas a medianoche». Cabeza de comarca, Burgo de Osma, coronada por su gran catedral y salpicada de numerosos edificios, bien merece una visita.

Se trata de Calatañazor, una pequeña villa que es conjunto histórico artístico desde hace sesenta años, que se ha adaptado a la topografía y cuya población se organiza en torno a un eje marcado por dos calles que partían de las dos puertas mayores de la localidad que se unen en la Plaza Mayor, al pie del castillo. Un pueblo que deslumbra por sus calles empedradas y su arquitectura popular con canto rodado, algunas casas blasonadas y las otras tradicionales con entramado de madera de sabina y cubiertas de teja árabe, que bien merece una visita.

Son dignas de ver las tradicionales casas pinariegas, una construcción rústica y sencilla, generalmente de planta baja y bajocubierta en la que se utilizaba la piedra, la mampostería o el sillarejo, o con dos plantas. Los habitantes de este municipio usaban este segundo piso para proteger el edificio de la humedad del terreno. Las viviendas, además, culminan con aleros pronunciados, para proteger los muros, generalmente de adobe, para protegerlos del agua de la lluvia, mientras que los vanos de las ventanas son pequeños para abrigarse del frío soriano.

Chimenea típica de Catalañazor
Chimenea típica de CatalañazorLa RazónLa Razón

Pero, sobre todo, lo que caracteriza a Calatañazor y conforma el Skyline rural con más encanto de España, son sus bellas y singulares a chimeneas cónicas, también llamadas cocinas pinariegas, que se alzan de forma cónica desde el techo de las cocinas y que forman el "Skyline" o perfil urbano, en este caso rural, con más encanto de España y que seduce cada año a miles de turistas.

“Son cocinas recogidas, humildes, donde se cobijan en verano las golondrinas adornando la estancia con sus nidos y alegrándola con sus revuelos y chillidos. Son el lugar sagrado donde se vive, se come, se abriga, se sueña". Son palabras de José Tudela de la Orden, investigador soriano, acerca de esta singularidad de Catalañazor.

Y es que este lugar es un espacio “vital” en el que la gente se sentaba alrededor del fuego, al calor de la lumbre, siempre encendida, y sobre la que colgaba un caldero con agua caliente, por lo que servía de calefacción. También se comía del puchero, ya que tampoco existían platos en aquella época, y los moradores se sentaban en banquetas y bancos. También servía de alacena, un armario para dejar menaje, especies o el horno de pan, mientras que en la paredes se colgaban utensilios mediante barras.

Construidas con madera, el armazón se hacía con postes o colondas de roble, formando una estructura cónica cuya envolvente se cuajaba con tejido de cestería a base de bardas de enebro recubiertas de barro y cal por el interior, que se ennegrecía con el humo dándole un aspecto muy característico. El exterior se recubre con tejas fragmentadas para proporcionar su impermeabilización. Además, disponen de aberturas en la parte superior para permitir que entre la luz ya que por norma no tienen ventanas.

La chimenea solía atravesar la planta superior para asomarse al exterior y se remata con la “contera” acabando en una punta metálica llamada chipitel a modo de terminación.

Actualmente, estas chimeneas permiten su prefabricación en otro lugar así como su montaje y terminación posterior en el edificio.