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La pujanza de León en el sector biofarmacéutico

Suárez-Quiñones destaca el compromiso de la empresa ADL Biopharma y su apuesta por ser referente también en productos para la fermentación

Suárez-Quiñones conversa con Jörg Lindemann tras visitar la empresa alemana en León
Suárez-Quiñones conversa con Jörg Lindemann tras visitar la empresa alemana en LeónCampilloIcal

La ciudad de León se consolida como polo industrial de primer orden dentro de la industria biofarmacéutica, tras Madrid y Barcelona, de la mano de la empresa química alemana Wacker Chemie propietaria de ADL Biopharma, tras comprarla el pasado año por 100 millones de euros.

Una multinacional que da trabajo a más de 1.500 personas en toda España, 340 de ellas en la planta de la capital leonesa, que no para de crecer y que trabaja en nuevos proyectos llamados a consolidar esta posición estratégica en el sector, pero también a favorecer su «soberanía» en la producción de antibióticos.

Una de estas iniciativas en la que están trabajando en la empresa, según confirmaba ayer el director Jörg Lindemann, pasa por convertir a la factoría leonesa en referencia también de los productos para la fermentación, así como en la renovación de instalaciones para adecuarlos a los estándares del grupo.

La empresa produce antibióticos betalactámicos y así como aromas, perfumes e ingredientes para alimentos y productos de cuidado corporal y de cosmética, además de principios activos farmacéuticos y tiene una de las mayores capacidades de fermentación en Europa.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitaba este martes las instalaciones de esta empresa en la capital leonesa en las instalaciones de la antigua Antibióticos, para conocer de primera mano cómo se trabaja allí y los proyectos que tienen en marcha.

«Esta empresa es un ejemplo destacado del sector biofarmacéutico en esta provincia, y su proyecto inversor e industrial se ha asentado de forma extraordinaria esta planta, que es la más importante del sur de Europa en materia de fermentación», destacaba el consejero durante su visita.

Además, ponía en valor que estas instalaciones, que cuentan con un sello de protección ambiental integrado que es el más exigente de los marchamos oficiales en Castilla y León en la materia, suponen un elemento «importantísimo» de soberanía ara la producción de antibióticos, además de un factor industrial «estratégico».

Algo que, según decía, hay que tener en cuenta después de lo visto durante la crisis sanitaria del coronavirus.

Suárez-Quiñones hacía también referencia a la colaboración entre la Junta y la empresa, a través de Somacyl, en un interesante proyecto de descarbonización de la planta, que tiene como finalidad sustituir los combustibles fósiles por gas así como utilizar un calor generado por biomasa.